Pitbull Cruz se impuso con tarjetas de 113-114, 114-113 y 115-112 para quedarse con el triunfo, tarjetas un tanto alejadas de la realidad, pues el mexicano dominó gran parte de la contienda.
Cabrera lucía confiado en el inicio, con las manos abajo y moviéndose por todo el ring, mientras que el Pitbull lo perseguía, con la guardia bien cerrada y en busca de conectar algún bombazo. Lo hizo con una izquierda que no hizo mucho daño. El Pitbull no dejó de presionar a un Cabrera que soltaba algunas izquierdas, sin hacer daño, y que se amarraba cuando se veía en peligro. Isaac buscaba dañar a las zonas blandas.
El estilo de Cabrera se estaba complicando para el Pitbull, quien se mantenía al ataque, pero su rival no era un blanco fijo. Isaac se mantenía tranquilo, lastimando poco a poco a su rival y acercándose más, y en el cuarto asalto conectó un par de volados.
Fue en el quinto asalto cuando el Pitbull conectó los mejores golpes hasta ese momento, un upper y una combinación que parecía poner en malas condiciones a Cabrera, quien como pudo trató de amarrarse y llegar al minuto de descanso.
Isaac Cruz Jr seguía en su plan, ir hacia adelante y buscar los golpes de poder, mismos que encontró. Castigó a Cabrera abajo, arriba, y cuando el estadounidense se agachaba en espera de que su rival retrocediera, el Pitbull soltaba uppers que conectaba.
Cabrera ya no corría mucho en el séptimo, se quedaba en el centro del ring dispuesto al intercambio. Demostró aguante a todos los impactos del Pitbull, como un gancho de izquierda que le volteó el rostro. Cabrera soltaba el uno-dos, pero sin hacer mucho daño.
En el octavo round le quitaron un punto al Pitbull por dar pequeños brinquitos en el amarre, lo que parecían cabezazos. Pero eso solo hizo enojar a Isaac, quien lo lastimó en repetidas ocasiones y lo puso en malas condiciones, pero Cabrera aguantó todo.
Cabrera ya sangraba de la nariz en el noveno episodio y el Pitbull seguía a la caza. En la esquina le pedían seguir trabajando de la misma forma y en el décimo volvió a lastimar a Cabrera, quien inició bien, pero terminó siendo apabullado por el mexicano, quien no paraba de soltar bombazos.
El Pitbull se quedaba en las cuerdas y esperaba el momento ideal para soltar otro golpe de poder ante un rival que seguía mostrando una gran quijada. En los asaltos finales Cabrera parecía reaccionar y le metió las manos a Isaac, pero fue lo único que pudo hacer.
El triunfo del Pitbull Cruz fue contundente y se declara listo para una pelea de título del mundo, en espera de la revancha con Gervonta Davis o depende de la decisión de Devin Haney, de dejar vacantes los títulos o no.
