Las elecciones generales en España dejaron un panorama incierto para el futuro del país, ya que ni el bloque de derechas ni el de izquierdas lograron una mayoría suficiente para gobernar, lo que implica que los pactos desempeñarán un papel fundamental en ambos casos.
El Partido Popular (PP) liderado por Alberto Núñez Feijóo fue el ganador con 136 diputados, mientras que los socialistas del PSOE, encabezados por Pedro Sánchez, sumaron 122 escaños. Sin embargo, ninguno de los dos bloques alcanzó la mayoría absoluta fijada en 176 escaños.
El partido de ultraderecha Vox, liderado por Santiago Abascal, sufrió una pérdida de 19 escaños y se quedó con 33 representantes en el Congreso. Por otro lado, la coalición de izquierdas Sumar, encabezada por la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se convirtió en la cuarta fuerza política con 31 escaños, cuatro menos que su predecesor, Unidas Podemos, en las elecciones anteriores.
Las fuerzas independentistas catalanas también experimentaron cambios, con ERC sufriendo una dura caída de 13 a 7 representantes, mientras que Junts per Catalunya perdió uno y se quedó con seis escaños. Los independentistas vascos de EH-Bildu superaron al Partido Nacionalista Vasco (PNV) por primera vez, obteniendo seis diputados frente a cinco.
La participación en las elecciones alcanzó el 70,18%, casi 4 puntos más que en las elecciones generales de noviembre de 2019, en parte debido al voto por correo de 2,4 millones de electores, una cifra histórica en la democracia española favorecida por el período vacacional en que se convocaron estas elecciones.
El PP experimentó un avance significativo al obtener 47 escaños más que en 2019, consolidando su tendencia al alza desde las elecciones municipales y regionales de mayo pasado. En contraste, el PSOE resistió la embestida de la derecha y sumó dos diputados más que en las elecciones de 2019.
El bipartidismo, representado por el PP y el PSOE, ganó fuerza en estas elecciones, obteniendo su mejor resultado en una década después de varios comicios marcados por la irrupción de nuevos partidos como Podemos, Ciudadanos y Vox.
Con Ciudadanos desapareciendo del panorama electoral y Vox sufriendo una fuerte caída de escaños, el bipartidismo se ha reforzado en el escenario político español.
Ahora, los pactos serán cruciales para determinar el rumbo del país, ya que ninguna fuerza cuenta con una mayoría clara para gobernar.
