Bruselas, El colegio de comisarios de la Comisión Europea (CE) se traslada este lunes a España para mantener reuniones de trabajo con el Gobierno de cara al semestre de la presidencia española de la UE entre obras de Goya, Bernini, Velázquez o El Greco expuestas en la recientemente abierta Galería de las Colecciones Reales.
Cinco siglos de historia del arte del país serán testigo del arranque simbólico de los seis meses en los que España presidirá el Consejo de la Unión Europea (UE), la institución que representa a los Estados miembros y que comparte con el Parlamento Europeo el poder legislativo.
Prevista inicialmente para finales de esta misma semana, la cita se adelantó a este lunes para evitar que coincidiese con el inicio de la campaña de las elecciones generales del 23 de julio y tendrá lugar tras la visita del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a Kiev, ayer sábado, y de su reunión hoy domingo en Madrid con el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel.
La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE, está encabezada por la alemana Ursula von der Leyen, que lidera un equipo de 26 comisarios -uno de cada país del bloque-, aunque al menos tres de ellos no podrán desplazarse a Madrid por problemas de agenda: la vicepresidenta de Competencia y Agenda Digital, Margrethe Vestager, el vicepresidente del Pacto Verde, Frans Timmermans, o el vicepresidente de Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic.
Está previsto que Sánchez y Von der Leyen lleguen a la Galería de las Colecciones Reales sobre las 11.00 horas del lunes, poco antes de la foto de familia con ministros y comisarios que inmortalizará el evento y que dará paso a una reunión bilateral entre el presidente del Gobierno y la jefa del Ejecutivo comunitario, por un lado, y de los comisarios con sus homólogos del Gobierno español, por otro.
Sánchez y Von der Leyen ofrecerán una rueda de prensa una vez haya finalizado la agenda del encuentro entre el Gobierno y la CE, después de la cual los miembros del colegio de comisarios serán recibidos por el rey Felipe VI en el Palacio Real.
La Comisión tendrá así la oportunidad en este marco de trasladar al Gobierno qué espera de España en el que será el último semestre completo antes de las elecciones europeas, previstas del 6 al 9 de junio de 2024.
El Ejecutivo comunitario ve, por tanto, crucial que la presidencia española impulse antes de la cita electoral europea importantes expedientes legislativos en su papel de árbitro entre los Veintisiete y de negociador con el Parlamento Europeo.
Cobra especial importancia la reforma de las reglas fiscales que limitan el déficit y la deuda públicas. Suspendidas desde 2020, se volverán a aplicar a partir de 2024, pero las históricas divergencias entre Alemania y Francia en este ámbito han vuelto a aflorar y por ahora dificultan el acuerdo.
En el ámbito económico, la Comisión quiere que se aprueben cuanto antes otros expedientes como la revisión del presupuesto comunitario (con nuevos recursos para Ucrania), el refuerzo de la gestión de crisis bancarias o la normativa para combatir el uso de sociedades fantasma para evadir impuestos.
La reforma eléctrica es otra de las normativas que el Ejecutivo comunitario quiere aprobar en los próximos meses, así como otros dosieres medioambientales, entre ellos la ley europea para recuperar biodiversidad (conocida como ley de restauración de la naturaleza), a la que se opone el Partido Popular Europeo.
La CE también pedirá a España que avance todo lo posible en el Pacto europeo de Migración y Asilo, propuesto en 2020, especialmente después de que los Veintisiete se han puesto de acuerdo recientemente sobre el reglamento de gestión de asilo y migración y el de los procedimientos de asilo (con votos en contra de Polonia y Hungría).
«Contamos con la presidencia española para que el Pacto Migratorio concluya con éxito», dijo este mismo viernes Ursula von der Leyen en la rueda de prensa posterior a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE en Bruselas.
La posición de la UE en la carrera global hacia una economía verde es otra prioridad del Ejecutivo comunitario, que cuenta con España para dar un empujón a las leyes de suministro de materias primas críticas y de impulso de tecnologías limpias que puso sobre la mesa de los Veintisiete hace pocas semanas.
