Skopje, .- El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, aseguró hoy que Macedonia del Norte debe aprobar cambios en su Constitución y aplicar reformas para unirse a los Veintisiete, y aseguró que este año será crucial dentro de ese proceso.
«Este año es crucial. Deben aprobarse cambios constitucionales. Todos los partidos deben trabajar para continuar este camino. Macedonia del Norte será miembro de la UE, pero debe continuar con las reformas», declaró Borrell en una rueda de prensa junto con el primer ministro macedonio, Dimitar Kovachevski.
El jefe del Gobierno, por su parte, dijo que se harán todos los esfuerzos para completar a tiempo la fase inicial del proceso de adhesión y para «permitir que las negociaciones sean dinámicas». «Nuestro objetivo es que Macedonia del Norte sea miembro de la Unión Europea a finales de 2030», añadió Kovacevski, tras terminar la reunión anual con Bruselas del Consejo Conjunto de Estabilización y Asociación.
Aunque el proceso de adhesión de inició en julio del pasado año, las negociaciones sólo comenzarán cuando el Parlamento enmiende su Constitución para aceptar a la minoría búlgara como un pueblo constitutivo dentro del Estado, una condición puesta por Bulgaria, miembro de la UE, para desbloquear el acceso de su vecino. Según datos oficiales, en Macedonia del Norte hay unas 3.000 personas que se declaran búlgaros étnicos, dentro de una población de unos dos millones.
El Gobierno socialdemócrata ha aceptado esa condición, pero es rechazada por la oposición conservadora de VMRO-DPMNE, sin cuyos votos no se llegará a la mayoría de dos tercios necesaria para modificar la Carta Magna. VMRO-DPMNE teme que incluso con ese cambio, Bulgaria acabe vetando la entrada de Macedonia en la UE o imponiendo nuevas condiciones, como referencias en los libros de texto a que su lengua tiene raíces búlgaras y ambos pueblos un pasado común.
El Gobierno de Skopje asegura que el idioma y la identidad macedonia no están abiertos a debate y que sólo ha accedido a ese cambio constitucional. Macedonia del Norte tuvo que esperar 17 años como país candidato antes de que se iniciara el proceso de adhesión.
Antes del veto búlgaro, el país tuvo que cambiar su nombre, de República de Macedonia al actual de Macedonia del Norte, para levantar la negativa griega a su entrada en la OTAN (producida en 2020) y la UE, ya que hay una región griega que se llama también Macedonia.
