Uagadugú, En la 28ª edición del Festival Panafricano de Cine y Televisión de Uagadugú (FESPACO), el largometraje ‘Sira’, de la realizadora burkinesa Apolline Traoré, causó sensación al abordar el espinoso tema del yihadismo, que arremete cotidianamente contra Burkina Faso y otros países del Sahel.
El filme estuvo entre el 25 de febrero y 4 de marzo pasados, cuando se celebró el festival de cine más importante de África, en el centro de los debates y fue el más popular, quedándose incluso mucha gente sin entrada para poder verlo.
La película, que se estrenó el pasado 21 de febrero en el Festival Internacional de Cine de Berlín, se proyectó en Uagadugú en un momento en el que la seguridad se ha deteriorado considerablemente en este país africano, que vivió en 2022 dos golpes de Estado tras el descontento de la población y el Ejército por los ataques yihadistas.
«Más de veinte años de carrera. He hecho películas, festivales, es en mi cuarta participación como competidora en el FESPACO y nunca había tenido tanto miedo», confiesa Traoré a EFE, tras la euforia del festival.
«Porque («Sira») es muy sensible, está fresca en el corazón de los burkineses, en el corazón de los sahelianos. Tenía miedo de cómo reaccionaría cada uno, de cómo se sentiría», explica la realizadora sobre su quinto largometraje.
Como ya ha hecho en anteriores ocasiones, Traoré da un papel destacado a la mujer en esta película y la sitúa en el centro de la lucha antiyihadista siendo la protagonista la que da nombre al filme: Sira.
REIVINDICACIÓN DEL FEMINISMO
Una caravana de camellos, dunas de arena. El espectador se sitúa rápidamente desde la primera secuencia de la película en la región del Sahel.
Sira y su familia se dirigen a otro pueblo para encontrarse con su prometido y son atacados por terroristas que matan a todos los hombres del grupo.
Sira será violada, secuestrada, dada por muerta en mitad del desierto, pero optará por dejar de quejarse de su destino.
La protagonista ideará una estrategia para frustrar un plan de los yihadistas para cometer un gran atentado y ayudará a otras mujeres secuestradas y convertidas en esclavas sexuales.
«Quería dar voz a una situación en la que a menudo sólo oímos hablar a los hombres. Quería mostrar que estas mujeres no son sólo víctimas y que tienen un papel muy importante que desempeñar en esta lucha», afirma la cineasta.
«En nuestros pueblos -prosigue-, las grandes reuniones son entre hombres, a las mujeres no se las escucha. Cualquier decisión que haya que tomar a nivel político u organizativo, ellas deben estar incluidas».
EL ARTE COMO MEDIO DE LUCHA
Durante uno de los visionados durante el FESPACO del largometraje en el Cine Burkina, situado en el centro de la capital burkinesa, aplausos atronadores inundaron la sala cuando los espectadores descubrieron que uno de los líderes yihadistas del campamento que ayudó a Sira es, en realidad, un soldado del Ejército burkinés.
«Tenía que rendirles un homenaje. Los matan mañana, tarde y noche, no duermen, no podía hacer esta película sin ellos», cuenta la realizadora.
El rodaje de la película estaba previsto en Essakane, una localidad del noreste de Burkina Faso, la zona de este país que más sufre una violencia yihadista que ha ocasionado ya el desplazamiento de más de 1,9 millones de personas, de las que el 58 % son menores.
«Fuimos a la zona, encontramos lugares, hablé con la gente, con las mujeres que han sufrido todos estos horrores. Todo estaba listo», explica.
Pero el atentado ocurrido en junio de 2021 en la localidad de Solhan, también en el noreste del país, en el que murieron al menos 160 personas, cambió el destino de la película y fue finalmente rodada en Mauritania.
«Evidentemente, me dolió mucho», afirma Traoré.
El filme fue el único burkinés entre los quince que competían por el Semental de Oro de Yennenga, el mayor galardón del festival.
Traoré no lo ganó, a pesar de que muchos cinéfilos lo esperaban, y reconoce que le decepcionó «un poco» porque «lo quería para el pueblo de Burkina Faso que tanto me ha apoyado».
Aún así, obtuvo el segundo galardón, el Semental de Plata, y cuatro premios especiales, entre ellos el de la Comunidad Económica de Estado de África Occidental (CEDEAO) a la mejor realizadora de esta región africana.
Tiga Cheick Sawadogo
