Managua,.- La opositora Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) denunció este miércoles la detención de dos de sus integrantes por parte del Ejército de Nicaragua, que dijo a EFE no saber nada del caso.
Los miembros de la AUN, identificados como Mildred Rayo y Miguel Flores, fueron detenidos este martes cuando circulaban cerca del río Sapoá, en el municipio de Cárdenas, departamento de Rivas, fronterizo con Costa Rica, y se dirigían hacia Managua, de acuerdo con la denuncia pública.
Los jóvenes universitarios fueron retenidos para una requisa por soldados del Ejército de Nicaragua y posteriormente «fueron trasladados a una base militar, en Managua», indicó la AUN, que forma parte de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que fue la contraparte del Gobierno que preside Daniel Ortega en una mesa de negociación con la que se buscaba una salida a la crisis que vive el país desde abril de 2018.
Según esa alianza universitaria, en la última comunicación vía telefónica que tuvieron con los detenidos, estos les informaron «que los estaban trasladando a unas instalaciones militares» y que, desde entonces, perdieron comunicación con ellos.
«A través de geolocalización pudimos ubicar el celular de Mildred Rayo y le dimos seguimiento a su traslado. Denunciamos que actualmente se encuentra retenida en un edificio propiedad del Ejército Sandinista, ubicado en (el residencial) Las Colinas, contiguo al Maxi Pali, Managua», detalló la AUN en su declaración.
Consultado por EFE, un portavoz del Ejército de Nicaragua dijo no saber nada sobre esa denuncia. «Este zarpazo es un reflejo del miedo que le tiene la dictadura a una juventud organizada y convencida en una lucha justa y cívica. Esta persecución no es solo contra nuestra organización, sino contra toda Nicaragua», señaló la alianza universitaria.
La AUN demandó que las autoridades den respuesta del paradero de sus dos integrantes detenidos y respeten su integridad física.
También demandaron su liberación inmediata «y la liberación de todos los presos políticos», que según organismos humanitarios, suman más de 200.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales de hace un año, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con siete de sus potenciales rivales en prisión y dos en el exilio.
