Jerusalén, .- Una soldado israelí de 18 años, Noa Lazar, murió esta madrugada tras recibir múltiples disparos la noche del sábado en un ataque con arma de fuego cometido por un palestino en la entrada del campo de refugiados de Shuafat, en Jerusalén este ocupado.
Lazar, que integraba el cuerpo de la Policía de Fronteras israelí -que opera fundamentalmente en Jerusalén ocupado y en los asentamientos de Cisjordania-, fue promovida al rango de sargento tras su muerte, confirmó el Ejército israelí en un comunicado.
Otro agente resultó gravemente herido en el ataque y se encuentra en estos momentos ingresado en el hospital Hadasah de Jerusalén, donde fue sometido a una operación de madrugada y en estos momentos sigue conectado a un ventilador.
El atacante palestino llegó a la zona en un taxi alrededor de las 21.00 hora local (18 GMT) y a la altura del puesto de control en el acceso al campo de refugiados de Shuafat se bajó del vehículo y comenzó a disparar a los agentes, causando una herida crítica -Lazar que luego falleció-, un herido grave y dos leves.
La Policía ya ha detenido a tres sospechosos, el atacante y dos colaboradores, después de un intenso operativo de búsqueda y captura en el entorno del campo de Shuafat, incluso con un helicóptero, que peinó varios barrios de Jerusalén este ocupado.
Según medios hebreos, el atacante es un palestino de 22 años y residente de campo de Shuafat -donde viven descendientes de palestinos que fueron expulsados de la parte oeste de Jerusalén cuando se creó el Estado de Israel en 1948- y también se ha detenido a tres miembros de su familia.
El taxista que llevó al atacante a la zona del suceso se entregó a la policía y no se cree que haya sido cómplice. Él declaró que disparó hasta siete veces hasta que se atascó el arma.
El movimiento islamista Hamás, que gobierna Gaza, alabó «la operación heroica» y consideró el ataque como «una reacción a las incursiones israelíes a la mezquita de Al Aqsa y a la agresión de la ocupación contra Yenín», en un contexto de creciente violencia, con redadas israelíes casi a diario en los últimos siete meses y un aumento de la resistencia armada de jóvenes palestinos.
La mañana del sábado, dos adolescentes palestinos murieron durante una redada del Ejército en esa ciudad cisjordana; y otros dos el viernes en otros puntos de la región. En total, 114 palestinos han muerto en lo que va de año en incidentes violentos con fuerzas de seguridad israelíes en Cisjordania, la cifra más alta desde 2015.
«Estas operaciones transmiten el mensaje de que la revuelta de nuestro pueblo está en curso y no disminuirá. Las operaciones, los tiroteos y los disparos de nuestra juventud en rebelión perseguirán a los ocupantes y a las manadas de colonos en todas partes en respuesta a sus crímenes e incursiones en Al Aqsa”, dijo Hamás, aunque no se atribuyó la responsabilidad del ataque.
Por su parte, el primer ministro israelí, Yair Lapid, calificó el ataque como «una severa agresión terrorista» y garantizó que las fuerzas de seguridad están en alerta máxima para una tranquila celebración de la importante festividad judía de Sucot, que comienza esta noche.
