Montevideo.- El gobierno uruguayo anunció este lunes un aumento a los salarios públicos y a las jubilaciones destinado a combatir la «presión inflacionaria» que afecta al país motivada por el crítico panorama mundial.
Así lo anunció este lunes en una conferencia de prensa el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien aseguró que la mayor preocupación actual del gobierno de coalición es «que los uruguayos no pierdan poder adquisitivo».
Las medidas tomadas, que abarcan tanto un aumento del 3 % a las jubilaciones y pensiones y del 2 % al salario de los funcionarios públicos, como un llamado a negociación tripartita para que los privados adelanten los ajustes por inflación en su ramo, surgieron de una serie de acuerdos «de coyuntura».
«A raíz del conflicto que se está viviendo en el mundo, la guerra (entre Rusia y Ucrania), se ha sufrido una presión inflacionaria (…), la inflación ha subido en todo el mundo», acotó Lacalle Pou, quien destacó que si bien en un mundo «tan loco» es difícil prever que sucederá, con esta suba los salarios estarían por encima de la inflación anual prevista.
Lacalle Pou, que se reunió con los líderes de los partidos de centroderecha que forman su gobierno, el expresidente Julio María Sanguinetti por el Partido Colorado, el senador Guido Manini Ríos por Cabildo Abierto, el diputado Daniel Peña por el Partido de la Gente y el también ministro de Trabajo, Pablo Mieres, por el Partido Independiente, dijo estas medidas fueron vistas como «las mejores posibles».
«Entre los aumentos dados (…) estamos por encima de un 9 %, lo que en principio en este mundo tan cambiante estaría por encima de la inflación esperada. Nos parece que esta herramienta es la que nos asegura poner más plata en los bolsillos de los uruguayos», enfatizó.
Con respecto a nuevas deducciones al Impuesto al Valor Agregado (IVA) en productos alimenticios, el presidente afirmó que no están previstas, si bien atinó que se evaluará prolongar los ya dispuestos semanas atrás al asado de tira, panificados y otros alimentos básicos.
El mandatario evaluó como un signo positivo que la recuperación del mayor impacto causado por la pandemia de la covid-19 se haya visto reflejada en una recuperación de fuentes laborales y «un crecimiento económico reflejado básicamente en las exportaciones, en la producción industrial y algunas otras actividades».
También fue consultado por el aumento de los índices de pobreza, aspecto sobre el cual reconoció que hubo una situación de «debilidad» que afectó a miles de ciudadanos pero matizó que el gobierno hizo un esfuerzo «muy grande de asistencia» dirigida especialmente a los sectores más vulnerables.
