Apoyado por una novedosa escenografía y audiovisuales, luces, sonido y efectos especiales de la más alta calidad, el merenguero logró una producción de altura con la que cautivó a sus seguidores durante dos horas y sin tomarse ningún descanso.
Casi 30 canciones formaron parte del extenso repertorio con el que el merenguero celebró su espectacular trayectoria musical, acompañado de excelentes músicos y bailarinas –el evento comenzó a las 11:10 de la noche del sábado y finalizó casi a la 1:00 de la madrugada del domingo.
Ataviado con un traje en dos tonos, dorado y plateado, el interprete salió a escena con su popular “María está guayando” para llenar de euforia el anfiteatro, siguió con «vengo acabando“ y los aplausos y gritos de las casi cuarto mil almas que acudieron al mayor recinto para conciertos de La Novia del Atlántico no faltaron.
Cada vez que podía interactuaba con la gente y se desplazaba de un lugar a otro continuamente en el escenario presumiendo su llamativos atuendos: «I love you, ¿Dónde está mi corrillo? Puerto Plata yo quiero un aplauso fuerte para toda mi gente. Soy tu kukito light y galáctico, I love you, everybody», expresó al público que al término de cada una de las canciones se levantaba de sus asientos para ovacionarle y aplaudirle.
A eso de las 12:10 am se retiró brevemente del escenario, como era de esperarse, regresó con otro de sus singulares vestuarios, en esta ocasión un traje color azul con aplicaciones plateadas: «Disculpen, es que yo soy así y así seré siempre; por eso es que ustedes me aman. Así seré hasta la muerte y ustedes me quieren y yo los amo, por eso vine a celebrar mis treinta años de música junto a ustedes», dijo emocionado Toño.
«Déjala», «si te vas», «es mi vida», «hasta que no pueda más», «como no voy a decir», » no te perdono más», «donde», «estúpida», «volver a empezar», entre muchos títulos del ayer y hoy, lograron que el anfiteatro se convirtiera en una discoteca abierta como culminación festiva de un show bajo la producción del empresario artístico Luis Medrano.
A las 12:40, volvió ausentarse por espacio de 5 minutos y regresó con un nuevo cambio más galáctico. Con un pantalon negro, camisa se brillo blanca, corbatín negro y una chaqueta animal print, fue como el Kukito continuó su extensa e intensa actuación.
Antes se proseguir, por los éxitos que han marcado su trayectoria musical durante tres décadas, llamó a su esposa Yari a quien le pidió acomodara el corbatín y le despojó de su llamativa chaqueta.
El espectáculo lo cerró a las 12:56 de la madrugada, tal y como lo inició en medio de fuegos artificiales y dando gracias a todo el público – de varias generaciones- que siempre le ha apoyado.