Santo Domingo, (EFE).- La familia de Delcy Yapor, de 55 años, quien murió ayer tras ser alcanzada por un disparo cuando trasladaba a dos menores a un colegio por el ensanche Evaristo Morales de la capital, señaló hoy que este hecho es «un grito que nos obliga a pensar qué es lo que está pasando en nuestro país».
La muerte de la mujer, esposa de Leandro Acosta, diácono de la iglesia El Buen Pastor, «es un hecho cuyas dimensiones se definen por sí mismo. Un hecho que la sociedad ha asumido como una estocada, un grito que nos obliga a pensar qué es lo que está pasando en nuestro país», según un comunicado enviado a la prensa por la familia para agradecer las muestras de solidaridad por este caso.
El exraso de la Fuerza Aérea de República Dominicana Franklin Padilla Núñez habría admitido la autoría del disparo que cegó la vida a Yapor Concepción.
De acuerdo con la Policía, Padilla Núñez dijo que realizó un disparo a dos individuos que momentos antes habían despojado a una mujer de su cartera en la calle Francisco Prats Ramírez.
La muerte de Delcy «es una tragedia que no solo envuelve a nuestra familia, a sus amigos y amigas, a nuestra comunidad de El Buen Pastor y a la Iglesia, su muerte también toca a la familia de quien probablemente es un buen hombre, que pudo pensar que hacía un servicio ciudadano al tratar de detener a dos supuestos delincuentes», prosiguió la familia de Yapor en el comunicado.
«A esa familia que hoy también sufre le extendemos un abrazo», agregaron los parientes de la mujer, madre de cuatro hijas.
«Delcy así lo hubiera querido, porque ella era una mujer de una profunda fe cristiana, una mujer de Dios, que hizo del perdón, del amor al prójimo, de la caridad, de la misericordia, su principal motivo de vida, y que amaba a los niños como si fueran sus propios hijos», concluyó.
La bala que impactó a Yapor fue una calibre 40 disparada por la pistola marca Glock que portaba Padilla Núñez, aparentemente de manera ilegal.
Yapor recibió el disparo cuando trasladaba a dos niños a su colegio, tarea que realizaba todos los días. EFE
