«Los técnicos han empezado a preparar los aviones para vuelos de larga duración hacia sus bases en la Federación de Rusia», precisó el ministerio en un comunicado. Según añadió, el personal militar estaba cargando el material a bordo de los aparatos.

El lunes, el presidente Putin anunció la retirada de la mayor parte del contingente militar desplegado en Siria desde el 30 de septiembre, con lo que pone fin a una larga serie de bombardeos aéreos iniciados aquel día.

El anuncio sorpresa de Moscú coincidió con el inicio en Ginebra de una nueva ronda de negociaciones indirectas de paz entre el régimen sirio y la oposición.

La decisión rusa podría aumentar la presión sobre el gobierno aliado de Bashar al Asad para que negocie el fin de la guerra, que este martes entra en su sexto año.

«No obstante, para permitir la vigilancia de la tregua, la parte rusa conserva en territorio sirio un sitio de mantenimiento de vuelos», indicó el Kremlin en un comunicado publicado el lunes.

La presidencia rusa no precisó qué aviones se encargarán de esa vigilancia, aunque desde la entrada en vigor de la tregua el 27 de febrero, los militares rusos han recurrido a drones.

El Kremlin tampoco precisó dónde se sitúa dicho sitio de mantenimiento. Presumiblemente será la base aérea de Hmeimim, cerca de Latakia (oeste), un feudo de Bashar al Asad.