Redacción Internacional-Londres.-Más de 16 grupos yihadistas, con 66 mil combatientes en sus filas, podrían relevar al Estado Islámico en la guerra de Siria si el grupo que lidera Abú Bakr al Baghdadi es derrotado, según se desprende de un informe elaborado por el Centro sobre Geopolítica y Religión de Tony Blair Faith Foundation.
Según las últimas estimaciones de la Agencia de espionaje de EEUU (CIA), Estado Islámico cuenta con unos 30 mil milicianos. El estudio elaborado por el Centro sobre Geopolítica y Religión señala que Estado Islámico no tiene una ideología más extrema que grupos como Al Qaeda y Ahrar al Sham.
Aunque sus objetivos a corto plazo puedan ser distintos, estos grupos suponen una clara amenaza contra los países de Occidente si no se les combate. Si Estado Islámico es derrotado, hay más 67 mil combatientes de grupos yihadistas y salafistas preparados para ocupar su lugar», ha señalado el informe.
De estos grupos, cuatro tienen suficiente envergadura y poder para lograr construir su propio estado islámico: Ahrar al Sham, con 14 mil milicianos, el Frente al Nusra , con 9 mil, Jaish al Islam, con 18 mil, y Liwa al Umma, con 7 mil combatientes en sus filas. «Son más de 60 mil milicianos que han demostrado su disposición a unir fuerzas en coaliciones.
El Centro sobre Geopolítica y Religión de Tony Blair Faith Foundation ha explicado que hay 15 grupos yihadistas y salafistas, muchos opuestos a Estado Islámico, que se beneficiarían si este grupo terrorista cayera derrotado.
De estos 16 grupos, ocho se han comprometido explícitamente con la yihad a nivel internacional, lo que hace probable que apoyen realizar atentados en Occidente.
El Centro sobre Geopolítica y Religión ha advertido de que las cifras demuestran la «importancia de adoptar un enfoque alternativo» a este conflicto. «La amplia mayoría de los grupos de milicianos en la guerra civil, independientemente de sus filiaciones políticas, quieren deponer al presidente Al Assad. Si Al Assad no se va, cualquier acuerdo de paz fracasará», ha asegurado.
En este sentido, el informe dice que hay que contar con «apoyo regional» para «pacificar» Siria porque la «derrota» de Al Assad no pondrá fin a la guerra y dejará al país expuesto a la «dominación» por parte de fuerzas extremistas
