Redacción Internacional.-El avión Su-24 (1974) que supuestamente violó el espacio aéreo turco y fue derribado por un caza del país, llevaba a bordo a dos pilotos, uno de los cuales resultó muerto a pesar de eyectarse del aparato.
El otro estaría en manos de los rebeldes que luchan contra el Ejército de Bashar al Assad en la región fronteriza de Siria y Turquía.
Las imágenes que los rebeldes han publicado en redes sociales exhiben el cadáver de uno de los pilotos caídos en territorio sirio, tras ser impactados por proyectiles turcos. Los radares captaron la caída del avión, que tras diez alertas de la Fuerza Aérea de Turquía.
Los bombardeos de Rusia contra posiciones de los rebeldes que combaten contra Bashar al Assad, aliado del presidente Vladimir Putin, ha acercado peligrosamente los aviones del Kremlin a la frontera con Turquía. Ankara ha advertido a Moscú que no aceptará violaciones a su espacio aéreo.
Esa amenaza se ha cumplido con el derribo de una aeronave. Un piloto murió en el incidente y otro se encuentra en manos de los rebeldes, tras eyectarse de la aeronave. Rusia ha dicho que se trató de un incidente grave. Turquía ha mostrado, en su defensa, una reconstrucción del recorrido del Su-24 con base en la información de los radares.
