Voz de América – Redacción
Robin Williams padecía de demencia y tenía solo tres años de vida cuando se suicidó en agosto del año pasado, según reveló su esposa, Susan Williams, en entrevistas con dos medios estadounidenses.
La viuda del actor dijo que no “culpa” a Williams por haberse suicidado y explicó que había estado paranoico y ansioso en las semanas antes de matarse.
Además de estar en las etapas tempraneras de la Enfermedad de Parkinson, la autopsia reveló que el actor también sufría demencia de cuerpos de Lewy, una enfermedad neurodegenerativa que constituye la tercera causa de demencia detrás de la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular.
“Si Robin hubiera tenido suerte, le habrían quedado quizás tres años de vida. Y habrían sido años difíciles. Y probablemente lo hubiéramos tenido que encerrar”, dijo.
Williams, de 63 años, se ahorcó con un cinturón en su casa de la ciudad de Tiburón, en el área de la Bahía de San Francisco, en California, el 11 de agosto de 2014
«No fue la depresión lo que mató a Robin. La depresión fue uno de la cincuentena de síntomas y uno de los pequeños», remarcó la viuda.
