La Semana de Cine de Valladolid celebra su 60 edición
Madrid- En octubre se celebra la 60 Semana Internacional de Cine de Valladolid, la popular Seminci, que forma parte del trío de ases de los festivales de cine, junto a los de San Sebastián y Málaga, tanto por la calidad de sus propuestas como por las estrellas invitadas que pisan su alfombra.
La Seminci inició su andadura en 1956, exhibiendo películas de «valores humanos» o de contenido explícitamente religioso. El tiempo la ha convertido en un certamen internacional que, aunque abierto a todo tipo de filmes, acoge especialmente el llamado cine de autor.
El festival ha tenido como marco varias salas de la capital vallisoletana, como el Calderón, Avenida, Rex, Valladolid, Zorrilla, Carrión y Lope de Vega, así como el Cine Coca e incluso salones de actos de entidades bancarias locales.
En sus primeros años, el certamen contribuyó a popularizar en España a directores como los italianos Luchino Visconti o Bernardo Bertolucci y a los franceses Robert Bresson, Francois Truffaut o Eric Rhomer. O el suizo Alain Tanner, el sueco Jan Troell o el británico Ken Loach.
También reconoció la labor de Luis García Berlanga, César Fernández Ardavín, Giménez Rico o Jaime de Armiñán.
Asimismo, ha premiado a actores españoles como Francisco Rabal o la vallisoletana Concha Velasco, abrió las puertas a la popularidad a Antonio Banderas y dio la alternativa en la dirección fílmica a la actriz Icíar Bollaín.
El nombre de sus premios fue cambiando en sucesivas ediciones: Boscos, Lábaros, Espigas, Ciudad de Valladolid, menciones especiales…, hasta imponerse en 1971 la Espiga de Oro como máximo galardón.
En 1996 se otorgó por primera vez el Premio de la Federación Internacional de Prensa Cinematográfica (FIPRESCI), que obtuvo «La promesa», de los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne.
El festival otorga sus dos principales Espigas a largometrajes que compiten en la sección oficial: la Espiga de Oro y la Espiga de Plata, así como el Premio Pilar Miró al nuevo director y las Espigas de Oro y Plata a los cortometrajes.
La Sección Punto de Encuentro del festival concede los premios al mejor largometraje y corto extranjeros, y dentro de la sección Tiempo de Historia se premia el mejor documental.
En 2009, nació el Premio Diversidad Cultural, impulsado por la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores. El galardón, con un jurado específico, reconoce al director de un largometraje de la sección oficial con «valores y derechos sociales, plurales, de cooperación y diálogo intercultural».
En 2013, durante la 58 edición, se inauguró la Miniminci, dedicada a los más pequeños.
En la última edición, la de 2014, el largometraje premiado con la Espiga de Oro fue «Mita Tova» (La fiesta de despedida), de Sharon Maymon y Tal Granit, y la Espiga de Plata recayó en «Kreuzweg» (Camino de la Cruz), de Dietrich Brüggemann.
