Santo Domingo.- El ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, consideró que la muerte del comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños, el Chavo del 8, significa la partida del «genio» que que deja su obra como legado de inspiración para toda la región.
«Roberto Gómez se ausenta, pero no mueren sus personajes como ‘Chespirito’ que, por el contrario, no envejecen en todo el sentido de la palabra siguen siendo iconos a seguir por generaciones, porque son reflejo de los que somos los latinos».
El cantautor recordó el impacto que le causó escuchar al intérprete mexicano hablar en una oportunidad sobre la creación del personaje «El Chapulín Colorado».
«Recuerdo cuando afirmó que ese personaje lo creó un poco en contraposición de héroes como Superman.El Chapulín no era mexicano sino iberoamericano, era un súper héroe con miedos y debilidades que se enfrentaba a los enemigos; era un reflejo de los iberoamericanos. Esa manera de mostrar a un súper héroe me impacto muchísimo».
Rodríguez que personalmente disfrutó y aún disfruta las actuaciones de los personajes creados por Gómez Bolaños, al igual como lo hacen sus hijos.
«Estoy seguro de que muchas personas que tienen nietos de cinco y seis años, disfrutan y entienden el mensaje de El Chavo del 8 y de Chespirito, porque es un mensaje cercano a nosotros, es como actuamos los latinoamericanos, es el ánimo de la convivencia en la vecindad, la solidaridad de una familia con otra por eso los personajes fueron tan reconocidos y admiradores»
Para el ministro de Cultura local, humoristas como Gómez Bolaños trascienden generaciones porque se van a las raíces humanas.
«Particularmente, creemos que humoristas como Gómez Bolaños y (el mexicano Mario Moreno) ‘Cantinflas’, nacen día a día, porque asumieron los personajes del pueblo, como aquí en el país lo hicieron Freddy Beras Goico, Milton Peláez y (Julio César Matías) ‘Pololo’, que de una manera u otra te sientes identificados con ellos».
Gómez Bolaños falleció hoy a los 85 años de edad en su residencia en el balneario mexicano de Cancún rodeado por su familia en su casa.
El actor, siempre con el buen humor que lo caracterizaba, atribuía sus problemas de salud a que durante más de 40 años «corrió sin aceite» en numerosas giras de trabajo.
