Santo Domingo, (EFE).- Rosalina Ynoa, la alta funcionaria dominicana que falleció en el reciente accidente de tren ocurrido en las cercanías de la ciudad española de Santiago de Compostela (noreste), fue enterrada hoy en el cementerio Cristo Redentor de Santo Domingo.
«En medio del dolor y el llanto de familiares, amigos, compañeros de labores y de otros presentes fueron sepultados» los restos mortales de Ynoa, de 43 años, informó hoy el ministerio dominicano de Economía, Planificación y Desarrollo -donde trabajaba la funcionaria-, en un comunicado.
Su esposo, Leonardo Alberty de Jesús Canela Fernández; sus hijos Alberto de Jesús, Saly Joaquina, Leonardo Antonio y Manuel Alberto, así como sus hermanas Altagracia, Martina y Mercedes y su madre Laura González, acompañaron el cortejo fúnebre que partió poco antes del mediodía desde la Funeraria Blandino, donde su cadáver había sido expuesto desde ayer, tras su llegada al país la noche del viernes procedente de Madrid (España).
El ministro dominicano de Economía, Planificación y Desarrollo, Juan Temístocles Montás, encabezó una amplia delegación de esa dependencia que estuve presente en el funeral.
«Rosalina me ha dejado. Sé que tengo que seguir adelante, porque tengo que cumplir la meta que nos habíamos trazado», dijo sollozante su esposo, acompañado de los cuatro hijos de ambos, poco antes de que el ataúd con sus restos fueron depositados en el nicho, informó el ministerio.
A su vez, indicó que Dios «me va a dar esa fuerza para yo seguir luchando, y sé que siempre la tendré al lado, junto con Dios, dándome la pauta y señalándome el camino que debo seguir».
Rosalina decía «hay que entender a la gente, hay que ponerse en el lugar de las personas que están pasando trabajo para entenderlas, y si nosotros podemos colaborar aunque sea con un grano de arena, debemos hacerlo», rememoró su marido.
El viceministro dominicano de Cooperación Internacional, Inocencio García, quien se había trasladado a Madrid para asistir a una reunión junto a Ynoa días antes del accidente, fue el encargado de leer el panegírico.
«El significado del nombre Rosalina, de origen latino, es bella, como una rosa. En general, las portadoras de este sonoro nombre son personas creativas, dinámicas, comunicativas, sociables, afectuosas y amables. Tienen una gran fuerza de voluntad cuando se proponen una meta, y en la vida afectiva son románticas y sentimentales», describió García.
A su vez, subrayó que su hija Saly definía a su madre como un ser magnífico, ejemplar, digna de admiración, cariñosa, divertida, comprensiva, perfeccionista, creyente, de carácter fuerte y firme, humana, colaboradora, expresiva, precavida, inteligente, audaz, objetiva y hermosa, según informó el ministerio dominicano de Economía.
Previo al sepelio tuvo lugar una misa de cuerpo presente en la funeraria.
El acto fúnebre concluyó con las palabras pronunciadas por Alberty en nombre de la familia, dando gracias a todo el pueblo dominicano y declarando su satisfacción con Dios, al considerar que «él es que da las cosas y nos las quita».
Rosalina Ynoa, quien formaba parte de una familia de quince hermanos, era hasta su fallecimiento directora de la Unidad de Análisis y Coordinación de la Cooperación Internacional en el viceministerio de Cooperación Internacional. EFE
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