El maestro del merengue participó en la charla del periodista Máximo Jiménez y se valió de la guitarra para cantar en vivo a Francisco Alberto Caamaño
(Santo Domingo, 25 de abril de 2013). «Wilfrido Vargas ha sido un artista comprometido con su país, que desde sus inicios se ha preocupado por la problemática de la República Dominicana», resaltó Máximo Jiménez, presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) en la conferencia que pronunció sobre la crítica social y política que marco una época de la producción musical del artista.
Wilfrido Vargas asistió al pabellón de Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), el cual resultó pequeño para la cantidad de personas que llegaron a escuchar la charla titulada «Política en el merengue social de Wilfrido Vargas», en la cual Jiménez hizo un repaso sobre las piezas musicales con las que el artista hizo crítica social y política, a finales de los 70 y en los años 80.
La conferencia de Jiménez fue organizada por la Editorial Funglode y la Revista Global, a propósito del artículo que el periodista escribió en la edición 51 de Global, en la cual analizó una serie de merengues del reportorio artístico de Wilfrido Vargas, en los que rindió honor a héroes, criticó a tiranos y denunció la corrupción política y el drama social del dominicano
Jiménez destacó que el artista oriundo de Altamira, provincia Puerto Plata, ha sido un hombre valiente al arriesgar su carrera con la música con el contenido político y social que dio a sus producciones en una parte importante de su carrera.
Jiménez señaló que el merenguero no solo musicalizó los aspectos negativos de las diferentes coyunturas vividas en el país, también honró las figuras de Desiderio Arias y Orlando Martínez en diferentes canciones.
Merengues como «Lilís», «El funcionario», «bla bla bla», “Jeremías”, “Por la plata baila el mono”, “Trujillo”, “El discurso” “El comandante” fueron analizados en su contexto social y político de diferentes época durante la charla.
Al referirse a la salsa «No matarás», compuesta por Bonny Cepeda, dijo que esta tiene letras que aluden en términos directos al quinto mandamiento del credo cristiano, pero que guarda un significado simbólico en referencia a la República Dominicana gobernada por Joaquín Balaguer, en el cual operaba la “banda colorá”, responsable de muchas de las muertes de esa época.
Wilfrido canta y habla, emocionado
Wilfrido Vargas llevó su guitarra para cantar “El comandante” y también interpretó una pieza en construcción, que alude a la paz.
Puso de manifiesto la emoción que le ha provocado ver su obra como objeto de análisis. Sostuvo que sus merengues tenían la intención de dar a conocer la historia y la realidad del país.
Se refirió a la conciencia política que adquirió desde niño en su hogar, donde su padre nunca permitió que a Trujillo se le considerara “el jefe”. El asesinato de un primo, durante la dictadura, llevo a la familia a mantener un distanciamiento político con la ideología de la dictadura, lo cual sembró en el futuro artista la idea de utilizar el arte como arma de denuncia de las injusticias.
Recordó que perteneció al Movimiento 14 de junio, en el cual hacia campaña política por medio de sus instrumentos.
El comunicador Domingo Bautista, quien por mucho tiempo trabajo con el artista, intervino en la charla para destacar que “ha sido un cronista social a través de su música, que daba a conocer las situaciones en el orden político y social”.
“Es un fenómeno que merece honor, respeto y admiración por sus aportes a la sociedad a través de la música”, dijo Bautista.
La introducción de la actividad estuvo a cargo de Noris Eusebio, directora de Editoral Funglode.
El pabellón acogerá durante la Feria un conjunto de actividades organizadas por la Editorial Funglode y la Biblioteca Juan Bosch.
