Video: 24 horas seguidas sobre el escenario para protestar contra los confinamientos

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Praga.- Una cadena de actuaciones en solitario y sin público en directo, cada una durante 24 horas ininterrumpidas, para denunciar lo «absurdo» de los confinamientos contra la pandemia del coronavirus, que sigue avanzando sin piedad en la República Checa a pesar de los cierres.

Eso es lo que se propone desde el pasado lunes y hasta el próximo 21 de marzo la compañía vanguardista de circo checa «La Putyka» en su sede situada en un antiguo matadero del mercado de Praga.

Bajo el nombre de «El artista aislado» los artistas quieren expresar su malestar con el actual confinamiento social y económico del país, el más afectado en Europa por la segunda y tercera ola de la pandemia de covid.

CONFINAMIENTO ESTRICTO

 

 

 

 

 

El primero de marzo entró en vigor el último confinamiento estricto para tratar de frenar la pandemia en la República Checa, donde los hospitales están saturados, con más de 1.600 pacientes en cuidados intensivos e índices de incidencia en máximos.

Con los lugares de ocio y cultura cerrados desde otoño, lo que cercenó los ingresos de las compañías de teatro, el nuevo cierre ha obligado también a interrumpir las actuaciones en el exterior.

«La Putyka» suele financiarse en un 80 % con la venta de entradas, por lo que se vio obligada a diseñar decenas de actuaciones acrobáticas y artísticas al aire libre para sobrevivir en medio de la pandemia.

AL LÍMITE

En «El artista aislado» los actores exploran situaciones límite, ya que normalmente suelen estar en el escenario no más de tres horas.

Aquí el intérprete tiene lo necesario para aguantar en solitario durante todo un día, y, hasta ahora, los dos que han actuado no hicieron ni siquiera pausas para dormir.

La retransmisión se realiza en redes sociales, en los canales de Facebook y YouTube de la compañía, y durante esas 24 horas el intérprete puede comunicarse con el público por teléfono.

SMS DEL PÚBLICO

«El problema de los mensajes de texto que llegan con algunos segundos de diferencia, por lo que la comunicación no es fluida», cuenta Adam Joura, uno de los actores que se ha sometido a esta prueba maratoniana.

El propio Joura reconoce que la experiencia es agotadora, al tiempo que lo ve como una oportunidad.

«Experimentar la belleza de una liberación y de mostrarse cómo uno es por dentro, es algo que pensé que podría interesar», aunque la vivencia resultara «algo espesa».

Con todo, reconoce, «las dos o tres horas finales son muy duras» con la «sensación de que no puedes ofrecer nada a los espectadores», admite el actor.

MÁS QUE UN «REALITY SHOW»

En una escena teatral donde no hay ninguna restricción, tan solo las 24 horas que dura, se pone de manifiesto algo que va más allá de un simple programa de telerrealidad.

«No es un ‘reality show’, porque continuamente está unido al mundo artístico del teatro: a afrontar la cuestión de por qué actúo, qué interpreto, cuánto tiempo puedo actuar», explica Vit Neznal, director de «La Putyka» y autor del concepto de «El artista aislado».

Más allá también de ese gesto absurdo de aguantar un maratón interpretativo, para Neznal se trata «de ver en la intimidad de la personas, en su personalidad, y cómo trabaja esa creación y qué es lo que impulsa al intérprete».

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