Seúl, (EFE).- Supervivientes y familiares de las víctimas de la avalancha humana que costó 159 vidas en las celebraciones de Halloween del año pasado en Seúl denunciaron hoy una falta de apoyo total por parte del Gobierno surcoreano, al que acusaron de revictimizar a los afectados directa o indirectamente por la tragedia.
Yu Hyung-woo, vicepresidente de la asociación de familias afectadas cuya hija, Yu Yeon-ju, falleció en el tumulto acaecido en un estrecho callejón del barrio de Itaewon de la capital surcoreana, destacó los intentos de la Administración de criminalizar a las víctimas con insinuaciones sobre posible uso de drogas o comportamientos vandálicos que habrían provocado el suceso.
Lo hizo en una rueda de prensa ofrecida en Seúl con motivo del primer aniversario del desastre en la que también subrayó que miembros del Gobierno «han pedido perdón ante cámaras y micrófonos, pero ni una vez se han reunido con nosotros».
A esa falta de comunicación directa se suma una investigación que, según la asociación, no ha esclarecido la mayor parte de lo sucedido la fatídica noche del 29 de octubre de 2022.
Las pesquisas llevadas a cabo por la policía surcoreana se cerraron el pasado enero y de momento hay 16 funcionarios -ligados principalmente a Yongsan, distrito donde se sitúa Itaewon, y a los servicios de emergencia de Seúl- a la espera de juicio.
Sin embargo, tal y como señala la asociación, altos mandos policiales a nivel capitalino o nacional quedaron fuera del caso, al igual que el ministro del Interior, Lee Sang-min, que mantiene su puesto incluso tras ser reprobado por el Parlamento.
«Queremos saber, por ejemplo, por qué se tardó hasta una hora en trasladar a las víctimas a hospitales por fallos en las cadenas de mando. Queremos saber quiénes fueron responsables de eso», dijo Yu.
El Parlamento surcoreano trata de tramitar desde hace meses una ley especial para iniciar una investigación independiente sobre el caso pero la asociación, que representa a familiares de 112 víctimas mortales, denuncia que la medida está encallada debido a su politización por parte de los dos principales partidos del país asiático.
Por su parte, Kim Nari, hermana del fallecido Inhong Kim, acusó entre lágrimas al Gobierno surcoreano de mantener en la inopia más absoluta las familias de víctimas extranjeras, como es su caso, ya que pese a tener origen coreano los Kim tienen pasaporte de Austria, donde residen.
Kim aseguró que no ha logrado ninguna explicación aún sobre las graves incongruencias que existen entre el certificado de defunción de su hermano y su parte hospitalario, que no aclaran de manera apropiada cómo, cuándo y dónde falleció.
«Necesitamos una explicación para poder llevar a cabo nuestro duelo como es debido», denunció.
«Los seres queridos de estas familias murieron simplemente por estar caminando en las calles de Itaewon. Y no se tomaron medidas, no tenían que morir», añadió Kim, en referencia a la falta de planificación del ayuntamiento de Yongsan y a la falta de respuesta de policía y servicios de emergencia pese a las numerosas llamadas recibidas alertando de la aglomeración horas antes del trágico suceso.
Por su parte, Lee Ju-hyun habló hoy de «segunda victimización» de los supervivientes por parte de las autoridades.
Ella lo sabe bien, puesto que logró salir con vida de la avalancha, y recordó hoy que incluso la misma noche del suceso muchos de los que sobrevivieron al desastre tuvieron que irse directamente a sus casas sin asistencia de ningún tipo.
Lee, de 33 años, denunció que las autoridades han contribuido a revivir el trauma de muchos al exigirles una serie de requisitos para poder optar a regímenes de asistencia física o psicológica, los cuales, según dijo hoy, el Estado dejó en todo caso de prestar hace ya seis meses.
La mujer afirmó que ante esta situación muchas de estas personas no han podido pasar página y explicó también que ella acudirá este Halloween otra vez a Itaewon para «honrar a las víctimas».
«Ni Itaewon ni Halloween tienen responsabilidad alguna. La tienen aquellos que estaban encargados de nuestra seguridad», sentenció.
