Santo Domingo.- Max Puig, pidió al Gobierno desistir de la construcción de las dos plantas generadoras de electricidad en base al carbón mineral, ya que, según dijo, el carbón es la fuente energética más contaminante.
La construcción de esas plantas, que estará a cargo de la empresa brasileira Odebrecht, «constituye un grave error», según el dirigente político, quien instó al Gobierno recapacitar y abandonar ese proyecto «que hará más mal que bien» al país.
De acuerdo con Puig «está demostrado que el carbón es la fuente energética más contaminante. Genera una energía sucia que produce daños al ambiente y a la salud».
«El Gobierno utiliza el argumento de que carbón es el combustible más barato» y «para difundir ese punto de vista está pagando una campaña multimillonaria con los fondos públicos», denunció.
Para Puig «no es cierto que las plantas de carbón sean la solución más barata a la crisis energética».
«Desde el punto de vista de la sociedad puede ser incluso la solución más cara. La peor opción, en una palabra. Toma más tiempo construir una planta de carbón que construir una planta de gas», indicó
«La vida útil de una planta de gas es mayor que la de una planta de carbón», prosiguió Puig en un comunicado, en el que señaló que «cuanto se calculan los costos de las plantas de carbón los empresarios del carbón y sus partidarios dejan de lado en sus cálculos las externalidades del carbón».
El uso del carbón «genera efectos sociales, como son los daños a la salud» y «esos daños son sufridos por las personas y son pagados por la sociedad, sea por los mismos individuos cuando estos asumen sus gastos de salud, o por el Estado cuando los gastos son cubiertos por éste», apostilló el presidente de la APD.
En ese sentido, dijo que países como China, los Estados Unidos y los de la Unión Europea «han decido eliminar o disminuir en su matriz energética la generación a carbón, debido a los altos niveles de contaminación y el grave daño a la salud que este tipo de combustible producen».
Además, organismos multilaterales de financiamiento, como el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Europeo de Desarrollo, «han decidido no financiar plantas de carbón por sus efectos contaminantes», afirmó.
La tendencia mundial es, dijo, «hacia el abandono del carbón a favor de energías más limpias», ya que para 2050 se prevé que la casi de la totalidad de la energía generada en América latina dependerá de fuentes renovables.
«Frente a estas tendencias mundiales y regionales, con la construcción de plantas de carbón el Gobierno dominicano pretende poner a nuestro país a navegar a contracorriente, a espaldas del desarrollo sustentable», criticó Puig.
El país debe optar por las energías limpias o renovables, hidroeléctricas, eólicas y fotovoltaicas, y mientras se logra desarrollar un parque energético en base a estas la República Dominicana debe optar por plantas de gas que generan una energía más limpia, concluyó el dirigente político.
