Los principales cementerios del Distrito Nacional recibieron una gran afluencia de visitantes el día de ayer, previa a la conmemoración del Día de los Muertos, que cada año se realiza el 2 de noviembre para recordar a los familiares, amigos o seres queridos fallecidos.
El Parque Cementerio Puerta del Cielo, ubicado en el kilómetro 20 de la autopista Duarte, rememoró esta fecha con una eucaristía dirigida por el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santo Domingo, monseñor Amancio Escapa Aparicio, quien destacó la importancia de consagrarse por los caminos de Dios para ser salvos y entender que la vida no termina sino que se transforma.
Monseñor invitó a los creyentes a mirar la vida con esperanza y recordó que la salvación no depende del hombre sino de Dios, quien aún en el último segundo puede salvar. “Que agradable es vivir con esperanza y saber que hay dos puntos en nuestra existencia que no se contraponen, sino que se complementan: la vida y la muerte”, expresó.
Exigen mayor atención
Durante un recorrido efectuado por elCaribe, en los cementerios Cristo Redentor y en el de la Máximo Gómez, se pudo constatar una gran cantidad de visitantes quienes prefirieron aprovechar el domingo para ir, debido a que no es día laborable.
Los visitantes, además de encender velas o elevar plegarias por sus deudos, exigieron a la municipalidad mayor atención a los camposantos. “El gobierno debe atender más a los cementerios, porque aquí lo que se ve es mucho abandono e inseguridad; de hecho los familiares tenemos que venir temprano por temor a que nos roben”, denunció la señora Milagros Pérez, quien acudió al cementerio de la Máximo Gómez.
Celebración impulsada por la Iglesia católica
El Día de los Muertos es una celebración sustentada en la cultura mesoamericana que honra a los difuntos y que tradicionalmente se celebra los días 1 y 2 de noviembre, aunque en algunas zonas, la celebración comienza el 31 de octubre como parte de las festividades católicas del Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos.
Mientras que el 1 de noviembre, es considerado como el Día de Todos los Santos y se realiza el primer domingo de Pentecostés de acuerdo a lo estipulado por la Iglesia ortodoxa para venerar a todos los santos que no tienen una fiesta propia en el calendario litúrgico.
