Por Patricia Heredia
@patriciaheredi8
Santo Domingo. “Analfabetismo ortográfico” es como lo que poseen muchos profesionales que carecen de capacidad y habilidad para escribir correctamente.
La ortografía es la cara de un profesional, de una persona que se supone ha adquirido los conocimientos necesarios en los distintos centros educativos para tener un buen manejo de la gramática, que es de donde se deriva la ortografía. Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), la ortografía es el «conjunto de normas que regulan la escritura de una lengua». Y por ello, nos permite descodificar el mensaje trasmitido por los demás.
La escritura de una persona dice mucho de sí misma, por lo que si escribes con faltas y errores ortográficos, la impresión que darás no será precisamente buena, pues se apuesta a que tu formación educativa es deficiente e incoherente.
Hoy en día, los errores ortográficos, más bien horrores, son evidentes en las distintas redes sociales que dan a entender que existe una debilidad en la enseñanza adecuada del idioma que nos permite comunicarnos. También, ponen evidencia el desinterés de muchos de adquirir las técnicas necesarias para usar las reglaras de ortografía.
En los procesos erróneos de escritura el mensaje es difícil de ser interpretado, o se da a entender otra cosa.
Algunos ejemplos como estos: «acer» en vez de hacer, «vendito» en vez de bendito, «haber» en vez de a ver, «aya» en vez de haya, «hay» en vez de ay!, dan a entender que no es que quieren disminuir o acortar palabras, sino, más bien, que no saben cuando se utiliza cada término de acuerdo con sus significados. También, se ven palabras como muger, canpo, higlecia, begetales, ermano, fabor y educasion entre otras barbaridades ortográficas.
Todas las personas, pero especialmente los profesionales deben de tener un mayor cuidado a la hora de escribir, ya que la importancia de plasmar coherentemente las ideas en letras determina tu capacidad léxico ortográfica.
Se debe tener en cuenta la importancia de tener una buena ortografía, que nos permita darnos a entender correctamente. No se debe menospreciar la escritura adecuada de las palabras, pues estas son uno de los elementos del lenguaje que hace que el significado de lo que se escribe sea coherente con lo que se desea expresar.