Valdivia (Chile), (EFE).- El Festival Internacional de Cine de Valdivia (FIC) inaugurará este lunes su edición número 31 con el deseo de reescribir su historia y darle vida a las historias invisibilizadas y al cine no mercantil de la mano de su director, Raúl Camargo.
Este certamen de referencia del cine independiente en América Latina abrirá este año con la proyección de los dos primeros cortometrajes que ganaron en su primera edición en 1994, además de «Scénarios”, última película del fallecido director Jean Luc Godard y «Bluish», un largometraje juvenil de Lilith Kraxner y Milena Czernovsky.
En francés, “scénario” significa guión, o cómo se cuenta una historia en el cine. Es el título que eligió Jean-Luc Godard para su última película, que terminó literalmente la víspera de su propia muerte
En apenas seis días y ocho salas de proyección se exhibirán más de doscientas películas internacionales de diferentes categorías, pasando de los últimos estrenos hasta las más antiguas, con el foco puesto en las escuelas de cine y audiovisual.
En la muestra se presentarán filmes sobre la actual guerra en Palestina, las violencias coloniales, sexualidad y juventud, entre otros.
Además, se celebrarán cuatro coloquios sobre cuestiones relevantes en la actualidad: «Estrategia Basura Cero: Una respuesta de fondo a la crisis de la basura»,»Cárcel y Dignidad Humana: Una mirada desde el cine», “Derechos humanos y acceso a la cultura de las personas autistas” y «Libertad de prensa en tiempos negacionistas y estados de excepción».
“La idea fundamental de este año es la alegría de volver a reunirnos, porque aunque puede parecer cursi, hacer un festival de cine todos los años no es tan fácil en Latinoamérica. A nivel económico y social, hay muchas complejidades en nuestros territorios y la posibilidad de celebrar el cine y la vida ante la pantalla grande está dejando de ser tan común”, aseguró a EFE Camargo.
Tras señalar que «los festivales de cine finalmente contribuyen a hacer una fiesta democrática”, el director del certamen alertó sobre la tendencia a una mirada “mercantil” y “capitalista” del cine.
“Hay una idea con respecto al cine y el éxito de estar en una industria muy asociada al capital, y en ese sentido es muy peligroso porque se generan, a veces, sobre expectativas que solamente se llenarían con lo capital”, señaló.
A su juicio, «toda película antigua que no se ha visto es nueva, y también hay una historia invisibilizada del cine que nosotros hemos encargado de revelar cómo festival sureño y pequeño, pero con ambición artística y política”, aseguró el director chileno.