Moscú, (EFE).- Rusia declaró hoy que el regreso de su embajador en Estados Unidos, Anatoli Antónov, no supone una rebaja del nivel de representación diplomática rusa en el país norteamericano.
«Desde luego que no. El (nuevo) embajador será nombrado oportunamente», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Peskov respondió así a una pregunta acerca de si el retorno a Rusia de Antónov y el término de su misión en Washington se podía interpretar como una disminución del nivel de la representación diplomática en EEUU, país que celebrará comicios presidenciales dentro de un mes.
El sábado el Ministerio de Exteriores de Rusia anunció que Antónov, de 69 años, había concluido su funciones de embajador en Washington, cargo que ocupaba desde agostos de 2017.
La edad no es un problema para seguir ejerciendo altos cargos de responsabilidad en Rusia, ya que el presidente, Vladímir Putin, extendió recientemente los mandatos de septuagenarios como la presidenta del Senado, Valentina Matviyenko, y el jefe del Comité de Instrucción, Alexandr Bastrikin.
Sancionado por Occidente por su apoyo a la campaña militar rusa en Ucrania, Antónov ejerció los cargos de viceministro de Exteriores y número dos de la cartera de Defensa (2011-2016).
No ha ahorrado críticas contra Estados Unidos por la adopción de sanciones contra Rusia, al tiempo que ha negado categóricamente la injerencia rusa en los asuntos internos de ese país.
En 2021 fue llamado a consultas por el Gobierno ruso en medio de un drástico incremento de las tensiones con Washington tras las acusaciones de la inteligencia estadounidense sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2020.
La prensa local destaca que Antónov fue embajador en EEUU durante la época más complicada de las relaciones entre ambas potencias desde la Guerra Fría, antagonismo exacerbado por el apoyo armamentista de Washington a Ucrania en su guerra con Rusia.
Además, Rusia también se niega a negociar con EEUU la firma de un nuevo tratado de desarme START, el último vigente entre ambas potencias nucleares y que expira en 2026.
Durante sus casi siete años de mandato los consulados generales de Rusia cerraron sus puertas tanto en San Francis/alfco como en Seattle.