Ciudad del Vaticano, (EFE).- El papa Francisco pidió este miércoles a los participantes del Sínodo, la asamblea de obispos y laicos que debaten a partir de hoy sobre cómo cambiar algunos aspectos de la Iglesia, que no impongan agendas para evitar que se convierta en un «diálogo entre sordos», durante la misa de inicio de la reunión.
«Quien, con arrogancia, presume y pretende tener el derecho exclusivo sobre la voz del Señor, no es capaz de escucharla. Por el contrario, toda palabra ha de ser acogida con gratitud y sencillez, para convertirse en eco de lo que Dios ha donado en beneficio de los hermanos», aconsejó el papa sobre los trabajos que se desarrollarán durante todo el mes de octubre.
En concreto agregó: «Cuidemos de no convertir nuestras aportaciones en puntos que defender o agendas que imponer, sino que ofrezcámoslas como dones para compartir, dispuestos incluso a sacrificar lo que es particular, si ello puede servir para hacer surgir, juntos, algo nuevo según el plan de Dios».
«De lo contrario, acabaremos encerrándonos en diálogos entre sordos, donde cada uno trata de llevar agua a su molino sin escuchar a los demás y, sobre todo, sin escuchar la voz del Señor», añadió.
En su opinión, «todos, aquí, se sentirán libres de expresarse tanto más espontánea y libremente cuanto más perciban a su alrededor la presencia de amigos que los quieren y respetan, los aprecian y desean escuchar lo que tienen que decir».
El Sínodo de los obispos, que ha abordado en estos últimos cuatro años cómo debe cambiar la Iglesia, llega a su fase final con la atención puesta en la mayor presencia de las mujeres y laicos y la elección de los obispos, mientras que han desaparecido los temas más polémicos: el celibato, el diaconado femenino o la cuestión LGTBIQ+, que fueron los más divisivos.
Tras esta última asamblea del Sínodo de la Sinodalidad, que comienza este miércoles y concluirá el 27 de octubre y cuya preparación comenzó en 2021, se esperan un texto final que podría sugerir cambios doctrinales, pero la mayoría de los temas más candentes han sido asignados a grupos de estudio que presentarán informes finales a Francisco, para una exhortación final que deberá publicarse antes de junio de 2025.
En esta segunda sesión, tras la de octubre de 2023, participarán 368 miembros, entre ellos 53 mujeres y unos sesenta cardenales. El año pasado, por primera vez, las mujeres votaron en una asamblea sinodal de la Iglesia católica.
En el documento final de la pasada asamblea se aplazaron para un mayor estudio los temas más divisivos y controvertidos, como el diaconado femenino, el celibato o cómo abordar el tema de la acogida a las personas de «diferentes orientaciones sexuales», pues en el texto se decidió no utilizar «personas LGTBIQ».