Jerusalén (EFE).- La activista estadounidense de origen turco Ezgi Eygi, de 26 años, falleció este viernes después de recibir un disparo del Ejército israelí que le provocó heridas graves en la cabeza en Nablus, al sur de la Cisjordania ocupada, según informa la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.
El incidente ocurrió mientras la activista participaba en la marcha semanal pacífica que se celebra en la aldea de Beta, en Nablus, contra la expansión de los asentamientos cuando las fuerzas israelíes reprimieron la protesta con munición real, granadas y gases lacrimógenos.
«Esta marcha semanal siempre se enfrenta al fuego real porque no hay manera legal para que los palestinos se manifiesten bajo régimen militar israelí en Cisjordania», escribió en su cuenta de X Alon Lee Green, activista israelí y codirector del movimiento pacífico ‘Standing together’.
Un palestino de 18 años también resultó herido de metralla durante el incidente, de acuerdo con Wafa.
Ezgi Eygi fue trasladada de urgencia al hospital Rafidia de Nablus donde la ingresaron en la unidad de cuidados intensivos. Los esfuerzos médicos no lograron salvarla a causa de las graves heridas que padecía en su cabeza, según informaron fuentes médicas.
La joven trabaja como voluntaria en el Movimiento de Solidad Internacional (ISM) en una campaña destinada a proteger a los agricultores palestinos de los colonos israelíes.
El Ejército ha intensificado sus ya habituales incursiones en estos territorios palestinos ocupados tras el estallido de la guerra en Gaza y en lo que va de 2024 más de 330 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría milicianos o atacantes pero también civiles, incluidos medio centenar de menores -según el recuento de EFE-, tras cerrar 2023 como el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos.
Este viernes las tropas israelíes se retiraron del campo de refugiados y la ciudad de Yenín, al norte de Cisjordania, tras diez días de incursión en la que ya es considerada una de las ofensivas más violentas de las últimas décadas y que también afectaron a las urbes de Tubas y Tulkarem, que han dejado más de treinta muertos, según el Ministerio de Sanidad palestino.