Madrid (EFE) – Mañana llega a las salas españolas y latinoamericanas, un día antes que al resto del mundo, la octava entrega de la saga que cambió el modo de pasar miedo en el cine: ‘Alien: Romulus’. Dirigida por el uruguayo Fede Álvarez, experto en cine de terror, y producida por el ‘padre’ de los xenomorfos, Ridley Scott, esta nueva propuesta promete ser más compleja de lo que parece a simple vista.
Ambientada entre ‘Alien’ (1979) y ‘Aliens’ (1986), la película se sitúa aproximadamente 20 años después de la primera entrega y 37 años antes de la segunda, durante el periodo en que Ellen Ripley (interpretada por Sigourney Weaver) vagó por el espacio en estado de hipersueño. Con una estética visual rica y una textura futurista y anticuada, Álvarez y su colaborador habitual, Rodo Sayagues, han creado una atmósfera «sucia» y oscura, reminiscentes de los ambientes ochenteros de Ridley Scott en ‘Black Rain’ (1989) y ‘Blade Runner’ (1982).
Ridley Scott, quien ha sido un referente en la saga, expresó su confianza en la visión de Álvarez: «Cuando veo versiones de alguna película mía, siempre siento una gran inquietud, pero me pareció que ‘Alien’ necesitaba una visión totalmente nueva». Scott alabó el enfoque del director y su elección de un elenco joven, considerándolo un activo valioso para la producción.
Álvarez se sumergió en el cine de los años 80 y revisó “cada fotograma” de las dos películas originales para investigar cómo se abordaba el «futurismo». La película incorpora elementos modernos, incluida la Inteligencia Artificial para revivir al actor Ian Holm (el androide Ash de la primera película), fallecido en 2020.
Inspirado por una escena eliminada de ‘Aliens’, Álvarez imaginó la vida de los niños que crecieron en la colonia espacial y decidió centrar la historia en Rain (interpretada por Cailee Spaeny), una joven que, junto a su hermano sintético Andy (David Jonsson), roba una nave abandonada para escapar de su colonia y buscar un nuevo futuro.
Acompañados por amigos, Rain y su grupo llegan a Renaissance, una estación espacial fuera de servicio compuesta por dos módulos: Romulus y Remus. En esta nueva entrega, se enfrentarán a los temibles xenomorfos y a los ‘facehuggers’ (parásitos que nacen de los huevos de los xenomorfos), multiplicados en esta ocasión.
Fede Álvarez destacó la evolución de los personajes: «No quería tener un personaje que desde la primera escena ya lo sabe todo. Me interesaba mucho más un personaje que empezara siendo vulnerable y verlo crecer, y al final convertirse en alguien que puede desafiar y enfrentarse a la criatura».
La película promete un regreso a las raíces de la saga con una narrativa rica y emocionante, que atraerá tanto a los fanáticos de la franquicia como a nuevos espectadores.