Saná (EFE) — La cifra de fallecidos por las inundaciones causadas por las intensas lluvias en Yemen ha aumentado a 67, según informaron autoridades locales y la defensa civil. Al menos diez personas murieron durante el fin de semana pasado debido a las lluvias, y la región central de Marib ha sufrido la peor parte de la devastación.
En Marib, las fuertes lluvias causaron una destrucción generalizada. La Unidad Ejecutiva para la Gestión de los Campamentos de Desplazados informó que 2.973 familias han perdido completamente sus viviendas, mientras que otras 4.206 sufrieron daños parciales. Las familias desplazadas están viviendo en refugios temporales como tiendas de campaña, chozas y chabolas, los cuales son incapaces de resistir las severas condiciones meteorológicas, con un 85% de daños en estas estructuras provisionales.
Las tormentas también han afectado las infraestructuras locales, incluyendo cuatro escuelas y dos centros de salud que han sufrido daños parciales. Otras áreas afectadas incluyen la capital Saná y las provincias occidentales de Hajjah y Al Mahweet, que también han experimentado lluvias torrenciales y tormentas eléctricas.
En el área turística de Manakhah, al oeste de Saná, dos hombres y una mujer murieron tras ser alcanzados por un rayo, según la Defensa Civil. La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) había reportado previamente 57 fallecidos debido a las inundaciones.
Estas inclemencias meteorológicas han agravado una situación humanitaria ya de por sí crítica en Yemen, un país devastado por la guerra. En respuesta a la crisis, el Gobierno yemení ha solicitado ayuda internacional para enfrentar los daños causados por el temporal.