Mérida (EFE) – La renombrada coreógrafa y bailarina española Blanca Li cautivó anoche al público del Teatro Romano de Mérida con su interpretación única del mito clásico de «Dido y Eneas», combinando la danza contemporánea con la ópera barroca de Henry Purcell. Esta actuación fue una de las propuestas internacionales de la 70ª edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida, ofreciendo una experiencia memorable en el marco de este importante evento.
. EFE/ Jero Morales
El montaje de Li, una coproducción con la Compagnie Blanca Li (Francia), destacó por su capacidad para integrar la música barroca con la danza moderna de manera fluida y emotiva. A través de la interpretación de diez bailarines, la coreógrafa transformó el mito clásico de Virgilio en una experiencia sensorial, donde el movimiento y la música se fusionaron para crear un espectáculo que resonó con la fuerza y la emoción del relato.
Blanca Li, conocida por su trabajo innovador en el ámbito de la danza, presentó su versión de «Dido y Eneas» como una fusión de estilos, utilizando la música grabada en el Gran Teatre Liceu de Barcelona para darle una dimensión adicional de emoción y autenticidad a la obra. El montaje no solo rindió homenaje a la ópera barroca, sino que también le dio una interpretación contemporánea y poderosa a través de la danza.
La trama de «Dido y Eneas», que narra la trágica historia de la reina Dido y el héroe troyano Eneas, fue dramatizada con una coreografía que reflejaba la pasión, el desengaño y la tragedia del mito. El espectáculo abordó temas universales como el amor y el deber, el sacrificio y la ambición, con una puesta en escena que incluyó un escenario inundado de agua, intensificando la experiencia visual y emocional.
Los diez bailarines que formaron parte del elenco, entre ellos Martina Consoli, Alizé Duvernois, Coline Fayolle, Meggie Isabet, Maeva Lassere, Julien Marie-Anne, Quentin Picot, Gaël Rougegrez, Gaétan Vermeulen y Víctor Virnot, ofrecieron una interpretación apasionada y técnica, que fue complementada por la iluminación de Pascal Laajili, creando una atmósfera poética y envolvente.
Este espectáculo, que se llevó a cabo por una única noche, se destacó como una joya escondida del verano de 2024 en el festival, ofreciendo una experiencia íntima y audaz que contrastó con la gran apuesta comercial del verano, «La Medusa» de José María Castillo. Blanca Li, con su propuesta contemporánea y su visión innovadora, ofreció una noche de danza y música que resonará en la memoria del público y en la historia del festival.
