Taipéi/Shanghái (EFE).- El supertifón Gaemi ha causado estragos tanto en Taiwán como en China, dejando a su paso un saldo trágico y preocupante. En Taiwán, una mujer de 64 años perdió la vida cuando un árbol caído la aplastó mientras conducía su motocicleta en Kaohsiung, además de haber provocado 58 heridos y cerca de mil incidentes reportados hasta el momento. Más de 172,000 hogares experimentaron cortes de luz y se han registrado daños significativos en infraestructuras y edificaciones debido a las fuertes lluvias y vientos huracanados que han caracterizado a Gaemi.
El país se encuentra en máxima alerta, con más de 4,000 personas evacuadas y todas las regiones operando bajo condiciones de emergencia. El presidente taiwanés, William Lai, ha instado a la población a permanecer en sus hogares salvo en casos de extrema necesidad para evitar riesgos mayores.
Por otro lado, China ha activado la alerta roja, la más alta de su escala, anticipando que Gaemi tocará tierra en la provincia de Fujian con categoría de tifón o incluso supertifón, antes de debilitarse gradualmente mientras avanza hacia el norte. Regiones como Cantón, Zhejiang, Shanghái y Jiangsu también han sido puestas en alerta por los impactos esperados de Gaemi, que continúa siendo monitoreado de cerca por las autoridades meteorológicas.
Gaemi ha sido descrito con vientos de hasta 190.8 km/h y ráfagas que alcanzan los 234 km/h, lo cual lo clasifica como supertifón, un fenómeno meteorológico extremadamente peligroso. Se espera que mantenga su intensidad considerable durante gran parte de su trayectoria, representando una amenaza significativa para las poblaciones afectadas en su camino.
Este evento meteorológico subraya la importancia de la preparación y la respuesta ante desastres naturales en ambas regiones, mientras los residentes y las autoridades se esfuerzan por mitigar los impactos y proteger a las comunidades vulnerables.