Madrid (EFE).- Este año se conmemoran dos décadas desde la muerte de Sacha Distel, el carismático cantante francés que dejó una marca indeleble en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta. Distel, conocido por su voz suave y su habilidad en la guitarra, falleció en su casa en la Costa Azul a la edad de 71 años.
Nacido el 29 de enero de 1933 en París, Sacha Distel no solo era reconocido por su talento musical, sino también por su encanto y su estilo elegante, que lo convirtieron en un ícono de la cultura popular durante su tiempo. Su carrera abarcó una amplia gama de géneros musicales, desde el jazz hasta la música pop, destacándose por éxitos como «Scoubidou» y «La Belle Vie«, que resonaron tanto en Francia como internacionalmente.
Además de su carrera musical, Sacha Distel también fue conocido por su presencia en la televisión y el cine, participando en programas y películas que ampliaron su popularidad y lo consolidaron como una figura querida en el entretenimiento europeo.
La muerte de Sacha Distel en 2004 dejó un vacío en la industria musical y en el corazón de sus admiradores, quienes aún recuerdan su talento y su carisma únicos. Su legado perdura a través de su música atemporal y su influencia en la cultura popular francesa.
Veinte años después de su partida, Sacha Distel sigue siendo recordado como un símbolo de elegancia, talento y pasión por la música, dejando una huella imborrable en la historia del entretenimiento.
