Ciudad de Panamá (EFE).- En lo que va del año, Centroamérica y el Caribe han enfrentado una severa crisis por el dengue, con más de 200,000 casos reportados y al menos 121 muertes confirmadas, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Guatemala y Honduras son los países más afectados, con 50 y 26 muertes respectivamente, mientras que en Honduras se investiga la posible conexión de otras 64 muertes con esta enfermedad.
En Guatemala, con más de 43,300 casos, se han implementado intensas campañas de fumigación que abarcan más de 500,000 hogares, aunque recientes mejoras en las condiciones climáticas han resultado en una disminución de nuevos casos. En Honduras, con más de 58,000 casos y cerca de mil casos graves, la mayoría de las víctimas fatales son niños y jóvenes.
En Panamá, se han registrado 15 muertes y casi 9,000 infecciones este año, destacando la falta de apoyo de la población en las medidas preventivas, como la eliminación de recipientes con agua estancada que favorecen la reproducción del mosquito transmisor. En Costa Rica, con más de 13,000 casos, se han intensificado las campañas de fumigación y recolección de residuos para evitar criaderos del mosquito.
El Salvador, en alerta roja, ha visto un aumento preocupante de casos en niños, con al menos cuatro muertes infantiles en lo que va de año. Nicaragua, por otro lado, ha reportado 17,300 casos sin fallecimientos hasta ahora, marcando una mejora respecto a 2023, cuando enfrentaron una alta tasa de contagios.
En el Caribe, la República Dominicana lidera con nueve muertes y unos 8,300 casos este año, intensificando sus esfuerzos de prevención en la temporada de mayor transmisión del virus debido a condiciones climáticas favorables.
Expertos señalan que el aumento de casos en la región puede atribuirse al cambio climático y fenómenos como ‘El Niño‘, que favorecen la reproducción del mosquito Aedes aegypti. La OPS ha enfatizado la importancia de la prevención comunitaria para controlar la propagación del dengue, instando a la población a tomar medidas activas para eliminar criaderos de mosquitos y protegerse de picaduras.
La situación actual subraya la necesidad urgente de fortalecer las estrategias de salud pública y la colaboración internacional para mitigar los efectos devastadores del dengue en la población de Centroamérica y el Caribe.