Un recluso fue hallado ahorcado al parecer por presión de otros
Santo Domingo. Familiares de reclusos enfermos en la cárcel de La Victoria denunciaron la falta de tratamiento y los abusos que reciben en el área médica a manos de otro preso, que identificaron como Rafael el Pirata y del que afirman es el que controla ese pabellón, al punto de que un reo que recibió amenazas fue hallado ahorcado la madrugada del lunes.
Los denunciantes instaron a las autoridades del penal, a la Dirección de Prisiones y a la procuradora general, Miriam Germán Brito, a investigar la situación que afrontan esas personas, que informan, son ingresadas para recibir servicios de salud después de que su condición es crítica.
“Encima deben soportar a ese hombre que es colmadero, suplidor de camas y de medicamentos contra la tuberculosis y el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) que un recluso no debe manejar y suple drogas que vende su socio Starling” consignan en un documento.
Aseguraron que el agua para tomar las medicinas la usa para vender fundas de hielo y la de los tinacos la vende por galones y cubetas.
Expusieron que Starling compartía el espacio con Ambiorix y le advertía que tuviera cuidado de no amanecer ahorcado cualquier día, porque rehusaba colaborar con los negocios ilícitos de el Pirata, que dijeron le prohibió la salida del área médica y lo obligaba a tomar medicación para trastornos mentales, con lo que lo mantenía indispuesto.
“Duraba hasta dos días sin comer, sin hablar con su familia y Starling usaba violencia sicológica, le decía que si hablaba podía aparecer ‘guindao’. Todas esas cosas son conocidas pero todo el mundo anda en sus asuntos y nadie enfrenta y para que salgan a la luz deben pasar tragedias como estas”, contiene el texto.
Definieron a estos hombres como intocables y ante los que las autoridades al parecer nada pueden. Aseguraron que incluso compran a bajo precio los alimentos crudos que los privados de libertad reciben de sus familias o los cambian por drogas.
Instaron a evitar más muertes y a los reos a denunciar los abusos frente a las autoridades desde la dirección del penal hasta la Procuraduría General. “Grite, ‘vocé’ que lo maltratan pero no termine con su vida”.