El Cairo, (EFE).- Varias regiones de Sudán corren el riesgo de caer en condiciones «catastróficas» de hambre por la guerra iniciada en abril en el país africano, donde cerca de 18 millones de personas enfrentan hambre aguda, advirtió hoy el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
En un comunicado desde la ciudad de Port Sudán (Este), el PMA dijo que un nuevo análisis de seguridad alimentaria en ese país «muestra los niveles más altos de hambre jamás registrados durante la temporada de cosecha (de octubre a febrero), generalmente un período en el que hay más alimentos disponibles».
«Si no hay un aumento significativo en la asistencia alimentaria cuando llegue la temporada de escasez el próximo mes de mayo, los puntos críticos de conflicto podrían ver el surgimiento de hambre catastrófico, también conocido como Fase 5 en la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC)», advirtió.
Asimismo, alertó que el PMA «no puede ampliar el acceso y la entrega regular de ayuda alimentaria a las personas atrapadas por el conflicto» entre el Ejército regular y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en regiones como Jartum, Darfur y Kordofán, estas dos últimas en el oeste del país.
«Pedimos urgentemente a todas las partes en conflicto una pausa humanitaria y un acceso sin restricciones para evitar una catástrofe de hambre en la próxima temporada de escasez», dijo el director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU en Sudán, Eddie Rowe.
«Hay vidas que dependen de ello, pero hay demasiadas personas atrapadas en zonas con combates activos a las que sólo podemos llegar de forma esporádica, si es que podemos llegar a ellas», añadió.
Según la nota, casi 18 millones de personas en todo Sudán enfrentan hambre aguda, más del doble que en el mismo período hace un año, una cifra superior a la proyección inicial de 15 millones hecha en la evaluación de agosto.
«Actualmente, cerca de 5 millones de personas se encuentran en niveles de emergencia de inseguridad alimentaria (IPC4), y más de las tres cuartas partes de estas personas están acorraladas en zonas donde el acceso humanitario ha sido intermitente y, en algunas zonas, imposible debido a los combates», agregó.
Subrayó también que en Jartum ha recibido ayuda sólo una de cada cinco personas identificada por el PMA como las que necesitan asistencia alimentaria con mayor urgencia.
«La velocidad a la que ha aumentado el hambre durante el año pasado es alarmante. Cada vez más personas tienen dificultades para acceder a una comida básica al día y, a menos que las cosas cambien, existe un riesgo muy real de que ni siquiera puedan hacerlo», concluyó Rowe.
El conflicto entre el Ejército y los paramilitares en Sudán, desatado el 15 de abril, ha dejado ya más de 12.000 muertos, más de 6 millones de refugiados y desplazados, y ha provocado una catástrofe humanitaria en el país.