Guterres, en un comunicado de su portavocía, quiso «condenar en los términos más fuertes el ataque de esta mañana de Hamás contra pueblos israelíes cerca de la Franja de Gaza y el centro de Israel, incluyendo el lanzamiento de miles de cohetes hacia centros de población israelíes».
El jefe de la ONU pidió «máxima contención», aunque sin dirigirla a ninguna parte concreta, e instó «a todos los esfuerzos diplomáticos para evitar una mayor conflagración».
«(…) la violencia no puede dar una solución al conflicto, y solo se puede conseguir la paz a través de una negociación que lleve a una solución de dos estados», agregó.
El diplomático hizo hincapié en el impacto sobre la población civil, aludiendo a los «numerosos» israelíes muertos, heridos, atacados y secuestrados en sus casas; expresó sus condolencias a las víctimas y sus familiares y pidió la liberación de las personas abducidas.
Según las últimas cifras, ya son más de 100 los muertos en Israel por el ataque sorpresa por tierra, mar y aire desde Gaza del grupo islamista Hamás y los heridos superan los 900, en un momento en que sigue la escalada bélica y la situación está desbordada.
Por otro lado, mientras siguen los combates y tras los bombardeos de represalia israelíes, los fallecidos en Gaza se elevan a 198 y hay al menos 1.160 heridos, entre ellos por lo menos una veintena de milicianos.