Los jueces europeos consideran en su sentencia que Rusia era responsable del ataque de cuatro cosacos, en la medida en que estaban empleados como fuerzas de apoyo de la policía durante los Juegos Olímpicos.
Y eso, al margen de la cuestión de que en ese momento estuvieran oficialmente ejerciendo sus funciones de mantenimiento del orden público.
El TEDH insiste en «la pasividad flagrante de la policía», pero también en que «el recurso injustificado a la fuerza por los cosacos hirió a los demandantes y les provocó dolores físicos, humillación, temor, angustia y un sentimiento de inferioridad».
Los hechos ocurrieron el 19 de febrero de 2014 cuando los Pussy Riot, que llevaban como en muchas de sus actuaciones protesta pasamontañas de colores vivos, trataron de interpretar en el puerto marítimo de Sochi, junto a un cartel de los Juegos un tema titulado «Putin Will Teach You To Love the Motherland» (Putin te enseñará a querer a la Madre Patria).
Rápidamente irrumpieron una decena de hombres, varios con el uniforme de los cosacos, y agredieron a los cinco miembros del grupo punk, entre otras cosas con látigos, con gas mostaza e incluso con una de sus guitarras. La acción de protesta fue interrumpida y los Pussy Riot acabaron en el hospital.
Aunque acudieron primero a la policía y luego a la Justicia, no consiguieron que se abriera ningún procedimiento penal.
El TEDH considera que el hecho de que las autoridades rusas no llevaran a cabo una investigación efectiva que permitiera identificar y sancionar a los responsables supone que hubo una violación del artículo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que prohíbe los tratamientos inhumanos y degradantes.
También que se infringió el artículo 10 sobre la libertad de expresión, ya que se les impidió ejercer ese derecho de forma pacífica.
El Tribunal de Estrasburgo impone a Rusia el pago de 15.000 euros a cada uno de los demandantes por daños morales y 7.200 por costas judiciales.
Sin embargo, es más que probable que Rusia no pague, ya que desde su expulsión del Consejo de Europa en marzo de 2022 por su invasión de Rusia, ha cesado toda relación con este organismo de defensa de la democracia y del Estado de derecho del que depende el TEDH.
No obstante, los jueces europeos siguen siendo competentes para juzgar denuncias sobre Rusia por hechos anteriores al 16 de septiembre, que es lo que establecen los tratados.