Brasilia,.- Brasil, uno de los mayores productores de alimentos del mundo, aumentó su previsión de cosecha para 2023 y ahora espera recoger 299,7 millones de toneladas de granos, lo que supondría un nuevo récord, informó este jueves el Gobierno.
La proyección de marzo supone un incremento del 0,5 % frente a la estimativa divulgada el pasado mes de febrero, de acuerdo con los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
De confirmarse esos números, Brasil incrementaría su cosecha un 13,9 % comparado con 2022, cuando alcanzó las 263,2 millones de toneladas de cereales, leguminosas y oleaginosas, y encadenaría dos años seguidos con producciones récord. Según el IBGE, el área cosechada crecerá este año un 3,9 % frente a 2022, hasta alcanzar las 76,1 millones de hectáreas en el país. En ese apartado, la previsión de marzo también aumentó un 0,4 % ante la presentada en febrero.
«El clima es bueno en la mayoría de los estados productores, así como los precios, lo que lleva al productor a ampliar el área plantada», afirmó el gerente de la Encuesta Sistemática de Producción Agropecuaria, Carlos Barradas, en una nota. De acuerdo con las estimaciones oficiales, el arroz, el maíz y la soja responderán en 2023 por el 92,4 % de la producción y el 87,4 % del área cosechada.
El Gobierno espera nuevos récords en las cosechas de soja y maíz, pero proyecta una caída en la de arroz debido a los «problemas climáticos» reportados en el estado de Rio Grande do Sul. Otro de los granos que viene ganando espacio en el campo brasileño es el trigo, para el que se espera un aumento de la producción del 13 %. Debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, dos grandes productores, están apareciendo oportunidades para aumentar la producción y las exportaciones de trigo brasileño», explicó Barradas.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo el lunes, con motivo de su discurso por sus primeros 100 días de Gobierno, que en mayo pretende lanzar un nuevo plan para impulsar la productividad en el campo de forma sostenible, facilitando el acceso al crédito.
El sector agropecuario es uno de los motores de la economía brasileña, que se espera que experimente un fuerte frenazo este año con un crecimiento inferior a un 1 %, afectada por la alta inflación, los elevados tipos de interés y las tensiones geopolíticas derivadas de la guerra en Ucrania.
