Santiago de Chile,- Los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, y de Chile, Gabriel Boric, conmemoraron este miércoles en Santiago el «Abrazo de Maipú», hito que protagonizaron los generales Bernardo O’Higgins y José San Martín el 5 de abril de 1818 tras el triunfo definitivo contra la corona española durante la guerra de independencia.
Fue el primer acto de la visita oficial de un día del mandatario argentino a Chile con el objetivo común de estrechar los lazos entre dos gobiernos de tendencia afín pero que durante el último año se han visto zarandeados por una serie de desencuentros que, sin embargo, no han interrumpido la sintonía.
Un acto de gran carga simbólica, ya que celebra los 205 años del gesto que selló una duradera alianza entre ambos pueblos, unidos por la cordillera de Los Andes.
Tras el homenaje a los libertadores de Suramérica, Fernández y Boric tienen previsto participar en un Te Deum de Acción de Gracias en la capital chilena, antes de sentarse juntos para una reunión bilateral que concluirá con una declaración conjunta desde el Palacio de La Moneda en el transcurso de la tarde.
En medio, Fernández participará de una reunión antiinflacionista convocada vía telemática con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desde la embajada de Argentina en Santiago, mientras que su homólogo chileno tiene previsto hacerlo desde el propio palacio presidencial.
Se espera que el encuentro sirva para que Fernández y Boric puedan bajar el tono después de las recientes críticas vertidas por el argentino al sistema de Justicia chileno y las tensiones diplomáticas con el embajador argentino en Chile, Rafael Bielsa. Fernández acusó a la Justicia de Chile de ponerse «al servicio de quienes persiguen opositores», en una posible alusión al juicio que involucra al excandidato presidencial Marco Enríquez-Ominami, miembro -al igual que él- del Grupo de Puebla.
Funcionarios del Gobierno chileno rechazaron por «impertinentes e impropios» los señalamientos de Fernández, luego de que el propio Boric reconociera a mediados de marzo pasado que la relación entre ambos países puede «tener tensiones».
El desencuentro entre ambos gobiernos ya se había dado el pasado 16 de febrero, cuando el presidente argentino suscribió con otros 28 líderes, abogados y jueces de Iberoamérica un documento del «Grupo de Puebla» que criticaba a la Justicia de Chile.
Pocas semanas antes hubo otra polémica entre Chile y Argentina, tras la filtración de un controvertido audio en el que se escuchaba a la entonces canciller chilena, Antonia Urrejola, criticando las maniobras de Bielsa.