Bruselas, .- Diversas oenegés medioambientales instalaron una pescadería simbólica en Bruselas como parte de una campaña visual para reclamar el fin de la sobrepesca a los ministros responsables de pesca de los países de la Unión Europea (UE), de cara al reparto de cuotas del Consejo de Agricultura y Pesca de diciembre.
Esta acción, organizada por Oceana, Seas At Risk, Our Fish, ClientEarth, WWF, Birdlife, Birdwatch Ireland y The Fisheries Secretariat, se enmarca en el Día Internacional de la Pesca y urge a la UE a tomar un enfoque «más preventivo y a largo plazo» para salvar los peces y el ecosistema marino.
«Lo que estamos haciendo con el evento de hoy es recordar a los ministros de pesca cuáles son sus obligaciones y recordar al comisario europeo de Medio Ambiente, Oceános y Pesca (Virginijus Sinkevičius) qué es lo que deberían hacer para terminar con la sobrepesca», explicó a EFE el director de campañas de pesca de Oceana, Javier López.
López aseguró que para el año 2020 la sobrepesca tendría que haber terminado, pero que a día de hoy «muchos informes científicos apuntan lo contrario».
Estas ONG medioambientales buscan que la gestión esté basada en la ciencia y que los acuerdos se adopten con criterio científico.
«Lo que proponemos desde las organizaciones conservacionistas es que la gestión esté basada en la ciencia», insistió López, que explicó que organizaciones científicas, como el Consejo Internacional de la Exploración del Mar, proporcionan «válidos y valiosos» informes sobre los límites de captura sostenible.
Sin embargo, estos estudios son desatendidos y se adoptan límites de captura y oportunidades de pesca por encima de las recomendaciones de los expertos, lo que lleva a la sobrepesca, aseguró este representante de Oceana .
La sobrepesca afecta de manera negativa a los océanos y a las poblaciones pesqueras y tiene un impacto socioeconómico a largo plazo, ya que las poblaciones de peces merman hasta niveles por debajo de su capacidad.
«Lo que tenemos que intentar entre todos es realmente llegar a un consenso sobre cómo queremos gestionar nuestros mares, pero lo que está claro es que desatendiendo las recomendaciones científicas, no lo vamos a lograr», aseguró López.
Asimismo, alertó de que si la pesca continúa en los niveles actuales «estaremos menos preparados para otro impactos», puesto que tener poblaciones de peces mermadas hace que los océanos tengan una «menor resiliencia».
Estas ONG recuerdan que el informe de la Comisión Europea sobre el desempeño de la Política Pesquera Común de abril de 2022 alertaba de que el 28 % de las poblaciones de peces evaluadas del Atlántico nororiental y el 86 % de las del Mediterráneo y el Mar Negro están sujetas a sobrepesca.
Cada año, veinte poblaciones de peces del océano Atlántico se reducen «gravemente» y otras sufren sobreexplotación, por lo que la advertencia del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES- por sus siglas en inglés), es reducir sustancialmente las capturas de estas especies o eliminarlas.
Asimismo, recordaron que el informe de la organización medioambiental ClientEarth explicaba que la UE ha hecho un proceso «particularmente pobre» a la hora de seguir el consejo científico para limitar las existencias o recortar la pesca a las cuotas recomendadas.
«Lo que finalmente repercute no es solamente tener unos océanos saludables, sino también tener un futuro para la actividad pesquera», reclamó López.
