Málaga- «Godspell» se estrenó por primera vez en tiempos de la guerra de Vietnam y ahora, cuando otra guerra cruel como todas impacta al mundo, Emilio Aragón y Antonio Banderas han actualizado este musical para ofrecer las enseñanzas del Evangelio con un lenguaje del siglo XXI.
Ambos producen la adaptación del clásico de Broadway creado originalmente por John-Michael Tebelak y Stephen Schwartz que ha sido dirigida por Emilio Aragón y que se ha estrenado este jueves en el Teatro del Soho, el espacio escénico creado por Antonio Banderas en Málaga.
Parábolas como las del buen samaritano, la mujer adúltera o el hijo pródigo se suceden en un cóctel de música, mucho humor, algo de magia y, por momentos, otros ingredientes como las marionetas o las sombras chinescas.
Pepe Nufrio, que interpreta a Jesús, y Víctor Ullate Roche, como Judas, encabezan un elenco en el que están acompañados por Angy Fernández, Andro Crespo, Nuria Pérez, Raúl Ortiz, Laia Prats, Aaron Cobos, Roko y Noemí Gallego, además de una orquesta en el foso bajo el escenario.
Como ha desvelado Emilio Aragón al subir al escenario tras el estreno, en el proceso de creación de este musical han «reído, llorado, sufrido y discutido» y «el resultado es este».
«He sido bendecido con este talento, con esta compañía de cantantes maravillosos y actores increíbles», admitía un emocionado Emilio Aragón, que ha añadido que el Teatro del Soho «tiene alma y corazón» y que «el culpable de que sea una fiesta venir a trabajar aquí es Antonio Banderas».
Era el momento para que el propio Banderas subiera al escenario para corroborar que el proceso de creación de una obra como esta «es muy largo y difícil de explicar, con obstáculos, discusiones, hallazgos y cosas que se pierden en el camino».
«Vi ‘Godspell’ en Málaga en 1974, cuando tenía 14 años y me planté en el Teatro Cervantes. Soy actor gracias a este tipo de teatro», ha confesado Banderas.
Ha recordado que la obra original «nació en el Nueva York de finales de los 60, cuando el movimiento hippie se acerca a la figura de Jesucristo, quizás por la simpleza de los mensajes cristianos, en un mundo con la guerra de Vietnam».
«De repente, en nuestro tiempo, la obra contrasta de forma anacrónica con la vida fuera de este teatro. Estamos en un mundo muy difícil, y los mensajes simples son muy importantes».
Banderas se sentía este jueves «muy contento, muy satisfecho y muy cansado también», reconocía entre risas, y esto último se debía a los ensayos del musical «Company», que estrena en el Teatro Albéniz de Madrid el próximo 17 de noviembre.
«Dije que en ‘Company’ solo iba a actuar en Málaga pero lo he roto, porque los teatros en este país se cierran y en Madrid se va a abrir uno después de que saliera la gente a la calle protestando porque se iba a cerrar y se iba a convertir en unos grandes almacenes».
José Luis Picón
