Editorial
La visita urgente del presidente Luis Abinader a Washington se produce en medio de una de las peores crísis por la que atraviesa Haití. Un país sumido en el caos desde el magnicidio contra el presidente constitucional Jovenel Moïse, lo que sentó lasa bases para un futuro aún más incierto para la población.
Por décadas, la República Dominicana ha cargado pesado con una migración sin control de los haitianos que viene a nuestro territorio a buscar una mejor vida. A esto se le agrega para el elemento de la contratación de mano de obra haitiana, que entra “legalmente”, pero que echa raíces en el país ;y el gran negocio que se está desarrollando en la frontera con Haití, para traer mujeres parturientas a nuestros hospitales.
El presidente Luis Abinader asumió el poder enfrentando una pandemia ocasionada por la Covid-19, pero uno de los grandes desafíos de su gestión ha sido la problemática haitiana. Haití es un Estado fallido al que las grandes naciones le han dado la espalda.
Tal y como ha dicho en más de una ocasión el presidente Luis Abinader. La República Dominicana no puede cargar solo con la situación del vecino país.
Ante una guerra civil, que ya está en desarrollo, los haitianos, honestos y delincuentes llegarán a nuestro territorio, lo que provocaría consecuencias impredecibles al país.
Hoy, en Washington parece estar preocupados ante la grave crisis. Luis Abinader no fue a la reunión de cortesía con Nancy Pelosi y hoy lo hará con la vicepresidenta Kamala Harris. El gobierno dominicano no han revelado, hasta ahora el tema de agenda. Pero lo que sí debemos tener claro los dominicanos, es que ha llegado el momento de colocarnos detrás del mandatario para apoyar su discurso y las acciones que ha hecho, para para la comunidad internacional incluya en su agenda la problemática haitiana.
En la mesa de las conversaciones, es seguro que habrán otros temas, pero el principal será Haití.
Es tiempo y no mañana, de respaldar al presidente Luis Abinader. Es hora de hacer una pausa en la política y la politiquería que nos ha arrastrado a una campaña fuera de tiempo.
