Santiago de Chile,- El juicio contra el expolicía chileno Patricio Maturana, acusado de cegar de un disparo a la actual senadora Fabiola Campillai durante la ola de protestas de 2019, arrancó este martes en Chile entre gran expectación.
«El primer acto de reparación es la obtención de la justicia para quienes hemos sufrido violaciones a los derechos humanos y espero que los tribunales de justicia estén a la altura en la condena», dijo en Twitter Campillai, quien fue elegida senadora el pasado noviembre.
La Fiscalía pide 12 años de cárcel por los delitos de apremios ilegítimos y lesiones graves/gravísimas para Maturana, quien fue desvinculado del cuerpo policial de Carabineros y se encuentra en arresto domiciliario.
La fiscal del caso, Paola Zárate, destacó este martes en su alegato de apertura «la intencionalidad del acusado en el uso de la carabina antigases y la nula colaboración durante la investigación», según informó el Ministerio Público en redes sociales.
Durante el juicio, que fue postergado en varias ocasiones, la Fiscalía presentará más de 70 testigos y un centenar de pruebas, según medios locales.
Campillai recibió el impacto de una bomba lacrimógena en su rostro en noviembre de 2019, en plenas revueltas, cuando se dirigía a su trabajo en la comuna de San Bernardo, en la periferia de la capital.
La actual senadora, quien también perdió el gusto y el olfato durante el ataque, es una de las víctimas más simbólicas de la brutalidad policial que se empleó en Chile para sofocar las protestas y que fue denunciada por organismos como ONU y Amnistía Internacional.
Su caso y el de Gustavo Gatica, el otro joven que perdió la vista en la crisis social, dieron la vuelta al mundo y visibilizaron la epidemia de mutilados oculares que dejaron las revueltas, donde también hubo una treintena de fallecidos.
