Riad/Saná,- Una serie de ataques con drones y misiles lanzados por los rebeldes chiíes hutíes del Yemen desde la pasada noche contra varios objetivos en Arabia Saudí afectaron la producción de una refinería y provocaron un incendio en una estación de distribución de petróleo, entre otros daños, informó Riad.
La agresión contra la refinería, en la ciudad occidental de Yunba, en la costa del mar Rojo, fue llevado a cabo con drones y «provocó una disminución temporal en el nivel de producción de la refinería», aseguró una fuente sin identificar del Ministerio de Energía en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias saudí, SPA.
Posteriormente la alianza militar que interviene en el Yemen liderada por Riad informó de que otra «acción hostil» de los insurgentes alcanzó una estación de distribución de productos petroleros en Yeda, también en el mar Rojo, y provocó un «incendio limitado en uno de los depósitos que fue controlado sin registrar heridos ni víctimas», según SPA.
Estas dos operaciones contra dos instalaciones de la petrolera estatal saudí, Aramco, formaron parte de dos tandas de lanzamientos de misiles y aviones no tripulados que alcanzaron al menos otras cuatro instalaciones energéticas y una planta desalinizadora, en lo que supone el ataque múltiple más certero lanzado hasta la fecha por los hutíes contra el país vecino.
Estos acostumbran a realizar este tipo de acciones contra Arabia Saudí, aunque no habían alcanzado antes tantos objetivos en tan corto espacio de tiempo.
OTROS OBJETIVOS ALCANZADOS
Una planta de gas natural también en Yanbu, una estación de distribución de la petrolera estatal saudí, Aramco, en Yizan y una planta desalinizadora en Shaqiq, una estación de transmisión de energía en Dhahran al Yanub y una estación de servicio de la Compañía de Gas e Industrialización en Jamis Mushait fueron los otros objetivos impactados.
Las autoridades saudíes han asegurado que ninguna de estas acciones ha provocado víctimas mortales, aunque sí «algunos daños materiales en instalaciones, vehículos civiles y viviendas».
Según el portavoz de la coalición militar encabezada por Riad, el general saudí Turki al Maliki, las defensas antiaéreas saudíes interceptaron y destruyeron en el aire un misil balístico y nueve drones cargados de explosivos lanzados hacia las ciudades de Yizan, Jamis Mushait, Taif, Yanbu y Dhahran el Yanub.
El portavoz militar de los insurgentes yemeníes, Yahya Sarea, reivindicó la autoría de los ataques en un comunicado publicado en su cuenta en Twitter en el que dijo que los de la primera tanda iban dirigidos contra «varias instalaciones vitales de Aramco en la capital del enemigo saudí, Riad, y en Yanbu» y otros «objetivos vitales» por el resto del país.
Esta agresión contra, entre otras, instalaciones petroleras y gasísticas de Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo, se produce en un momento de crisis energética mundial por los altos precios del barril debido a la invasión rusa de Ucrania.
Además, coincide con el anuncio de Aramco de unos beneficios durante 2021 de 110.000 millones de dólares, un 124 % más que en el año previo.
La coalición militar árabe, que apoya al gobierno internacionalmente reconocido frente a los insurgentes hutíes, lamentó en un comunicado difundido por SPA que «estos ataques hostiles suponen un rechazo a los esfuerzos e iniciativas de paz».
Se refería a una convocatoria hecha el pasado jueves por el Consejo de Coordinación del Golfo (CCG) a todas las partes beligerantes yemeníes para participar en unas conversaciones en Riad, a partir del próximo 29 de marzo, para diseñar una hoja de ruta hacia el fin de la guerra, aunque los hutíes habían descartado a priori acudir a la capital saudí.
