Miami,- En consideración a su categoría de benefactor de la humanidad, dado que del cerdo se aprovecha todo, la alcaldesa de Miami-Dade (Florida), Daniella Levine Cava, cumplió este martes con la ceremonia del perdón e indultó a los lechones «Manchita», «David», «Shlomo» y «Sakura», que vivirán ahora una vida tranquila en una granja del suroeste de este condado.
La cuarta ceremonia del perdón oficial tuvo lugar esta mañana, como en años anteriores, en el Latin Café 2000, ubicado en el centro de la ciudad, donde los asistentes pudieron conocer a los cuatro ilustres invitados y disfrutar de un aperitivo de croquetas variadas y el clásico café cubano.
«Hoy simboliza un momento decisivo en la vida de estos afortunados cerditos», dijo la alcaldesa Levine Cava, para alabar en la ceremonia del perdón los «muchos talentos y pasiones» que muestra, por ejemplo, «Manchita».
«Manchita» es una cerdita «aficionada a la música con un gusto ecléctico», lo mismo le agradan «los clásicos de artistas como ‘Piggie Smalls’ y ‘Amy Swinehouse’ o ‘Tom Piggy and the Heartbreakers'», dijo con mucho humor Levine Cava.
Tras la ceremonia, los invitados porcinos fueron trasladados a su nueva residencia en los Redlands, un área agrícola donde disfrutarán de un «amplio espacio para correr libres el resto de sus vidas en compañía de otros cerdos rescatados» en años previos, como «Layla», «Luna», «Chans», «Peppa» y «Petra», señaló el condado en un comunicado.
De esta manera, estos cuatro ilustres cerdos evitarán un probable destino final en la típica «caja china» que utilizan muchos cubanos en el sur de Florida para asar lechones durante las fiestas navideñas.
La «caja china» consiste en un arcón de madera, con su interior forrado de hojas de aluminio y una bandeja superior donde se colocan carbones encendidos para que el cerdito o cerdita sacrificado se ase lentamente.
El Latin Café 2000 de Miami inició la divertida tradición hace cuatro años como una versión miamense y latina del indulto presidencial a los pavos cada día de Acción de Gracias.
La idea del perdón porcino se les ocurrió a los propietarios de Latin Café, una cadena de restaurantes cubanos capitaneados por Katherine y Eric Castellanos.
