De acuerdo con un comunicado del Séptimo Distrito del Sureste de la Guardia Costera, la primera interceptación se realizó el pasado domingo a «una embarcación sospechosa con dos motores fuera de borda».
Sin mencionar la cantidad de cubanos que viajaban en la mencionada embarcación, la agencia federal indica que la detención ocurrió aproximadamente 20 millas (32 km) al oeste de Cayo Anguila, en Bahamas.
Tratándose presuntamente de una operación de contrabando, una persona fue transferida a la Patrulla Fronteriza de los EE.UU. (USBP) «para una mayor investigación».
Las restantes interceptaciones de «embarcaciones rústicas» ocurrieron el pasado lunes. Una a 25 millas (40 km) de Cayo Largo, otra a 20 millas (32 km) de Key West, y la última a 52 millas (83 km) de este último islote conocido popularmente como «Cayo Hueso».
«Estos casos destacan las importantes asociaciones y colaboraciones del DHS (Departamento de Seguridad Nacional) que ocurren todos los días en el sur de Florida y el Caribe», dijo Gerald Burgess, portavoz de la Guardia Costera.
Desde el pasado 1 de octubre, las tripulaciones de la Guardia Costera interceptaron a 339 cubanos en comparación con 5.396 migrantes del mismo país en el año fiscal 2016; 1.468 en el 2017 y 259 en el año fiscal 2018.
En 2019 fueron 313 migrantes cubanos los interceptados en el mar, mientras que en 2020 se contabilizaron 49 y en el 2021 subió significativamente la cifra a 838.
Una vez a bordo de un barco de la entidad federal, todos los migrantes reciben comida, agua, refugio, equipación para minimizar la exposición potencial a cualquier posible caso de covid-19 y atención médica básica, indicó la institución.
