Cáceres, quien permaneció en el cargo los ocho años que Medina duró en el poder, declaró en la audiencia que juzga a los acusados de cometer, supuestamente, delitos como el lavado de activos proveniente de actos de corrupción, asociación de malhechores, coalición de funcionarios, estafa contra el Estado dominicano, falsificación de documentos públicos, y porte y tenencia ilegal de armas de fuego.
El alto rango apeló a su condición de practicante de la fe cristiana (bautista) para señalar que no son ciertas las acusaciones vertidas contra él por el Ministerio Público.
En una exposición basada en su condición de hombre de fe, Cáceres precisó que la verdad saldrá a relucir y que tanto él como la pastora Rossy Guzmán y el hijo de esta, Tanner Flete, se dedican a orar y cantar cuando son apagadas las luces del recinto donde se encuentran bajo detención, en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
El imputado dijo confiar en que la jueza Kenya Romero, del Primer Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional, tomará la decisión «correcta» al momento de impartir justicia.
También están acusados el coronel Raúl Núñez de Aza, el teniente coronel Raúl Alejandro Girón Jiménez, y Alejandro José Montero Cruz.
En la audiencia de este jueves también habló Núñez de Aza, a quien las autoridades acusan de ser el cerebro financiero del supuesto entramado de corrupción en su condición de profesional de la contabilidad.
De Aza aseguró que todos sus bienes los ha obtenido realizando negocios lícitos y reclamó de las autoridades que le permitan volver a operar sus empresas.
Los abogados de la pastora Guzmán también rechazaron las acusaciones del Ministerio Público y solicitaron la libertad de su defendida.
Este miércoles, el Ministerio Público solicitó la imposición de 18 meses de prisión preventiva contra el grupo y que el caso sea declarado complejo.EFE
