Jerusalén.- El ministro de Asuntos Civiles de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Husein al Sheij, tuvo anoche el primer contacto oficial con un alto cargo estadounidense de la Administración de Joe Biden, tras la suspensión de las relaciones con el anterior Gobierno de Donald Trump.
Sheij, estrecho colaborador del presidente, Mahmud Abás, aseguró que mantuvo «una conversación positiva» con Hady Amr, subsecretario adjunto para asuntos palestinos e israelíes del Departamento de Estado de EE.UU., con quién acordó «continuar la comunicación».
En una llamada telefónica, trataron «las relaciones bilaterales, los últimos acontecimientos actuales y política», concretó por Twitter Al Sheij, quien también es principal responsable de gestionar la coordinación de relaciones de la ANP con Israel.
El liderazgo palestino rompió el contacto oficial con la anterior Administración a finales de 2017, cuando EE.UU. reconoció Jerusalén como capital de Israel.
Durante el mandato de Trump, EE.UU. clausuró también la sede de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Washington y presentó un plan de paz que validaba la anexión israelí de parte de Cisjordania ocupada, lo que aumentó el distanciamiento con la ANP.
Las autoridades palestinas denunciaron que EE.UU. dejó de ser un actor imparcial en el conflicto palestino-israelí y rechazaron la posición estadounidense como único mediador en unas hipotéticas negociaciones de paz, suspendidas desde 2014.
Con Biden, la ANP intenta tender puentes y espera que Washington vuelva a las políticas tradicionales sobre el conflicto y que tome una postura más hostil ante la expansión colonial israelí en territorio ocupado.
Desde su elección, el liderazgo palestino ha reiterado su voluntad de colaborar con el Gobierno demócrata y a volver al proceso de paz.
Así lo expresó a finales de enero ante Naciones Unidas el primer ministro, Mohamed Shtayeh, que insistió en la disposición de la ANP para retomar negociaciones con Israel en base a la «legitimidad internacional», en un marco multilateral y bajo los auspicios del Cuarteto -formado por la ONU, EE.UU., la UE y Rusia-.
