Madrid,- El turismo mundial perderá en torno a 1.000 millones de llegadas internacionales en 2020, lo que se traduce en una caída de ingresos de 1,1 billones de dólares (900.000 millones de euros) como consecuencia del parón de la actividad para frenar al coronavirus.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), con estos datos el turismo vuelve en 2020 -el peor año de la historia para el sector- a las cifras de 1990 y podría provocar una caída del PIB mundial equivalente a dos billones de dólares (1,63 billones de euros).
El organismo de Naciones Unidas para el turismo prevé que en el segundo semestre de 2021 habrá un repunte de la actividad en el sector, pero la vuelta a las cifras de 2019 podría tardar entre dos años y medio y cuatro.
Durante los 10 primeros meses del año, las llegadas internacionales cayeron un 72 % (900 millones) por las restricciones en los viajes, la baja confianza del consumidor y la lucha global para contener el virus.
Las pérdidas asociadas fueron de 935 billones de dólares (764 billones de euros), más de 10 veces las registradas en 2009, bajo el impacto de la crisis económica mundial.
La región de Asia y el Pacífico es la más castigada por las restricciones de tráfico, con un descenso en las llegadas del 82 % en los primeros diez meses de 2020; Oriente Medio registró un recorte del 73 %; Europa y América descendieron el 68 %, y África, el 69 %.
Pese a ello, un número creciente de destinos está reduciendo o eliminando las restricciones de viaje: según la OMT la proporción de destinos cerrados ha caído del 82 % a finales de abril de 2020 al 18 % a principios de noviembre (expresado en porcentaje de llegadas internacionales).
El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, defiende que, pese a que las noticias sobre la vacuna aumentan la confianza de los viajeros, aún queda un largo camino hacia la recuperación, por lo que se deben redoblar los esfuerzos para abrir fronteras de manera segura y apoyar a los empleos y a las empresas del turismo.
