Copenhague.- El Gobierno sueco reiteró este viernes su oposición a incluir subvenciones en el Fondo de Recuperación económica frente a la pandemia de coronavirus de la Unión Europea (UE) y defendió que toda la ayuda sea en forma de préstamos.
«Estamos a favor de medidas conjuntas en la UE para reconstruir áreas y sectores afectados por la crisis, entre otras cosas porque nos beneficia a nosotros mismos. Pero lo que no nos gusta es que sea en forma de subvenciones», señaló en una entrevista al diario «Svenska Dagbladet» el ministro sueco para la UE, Hans Dahlgren.
Dahlgren resaltó que son necesarias inversiones, pero que deben ser en forma de préstamos «con condiciones ventajosas y largo plazo de devolución», pero se opuso a «endeudar a las próximas generaciones dando dinero en forma de subvenciones».
Suecia forma parte del denominado grupo de países «frugales» junto a Holanda, Dinamarca y Austria, todos partidarios de que el fondo de 750.000 millones de euros propuesto por la Comisión Europea solo incluya préstamos.
La piedra angular del fondo es el Instrumento para la Recuperación y la Resiliencia, que contará con 560.000 millones de euros, de los cuales 310.000 millones se desembolsarán en forma de subvenciones a fondo perdido y 250.000 millones en préstamos, según el plan, del que España será uno de los principales beneficiados.
Tras un primer encuentro telemático sin éxito, los jefes de Estado y Gobierno de la UE se reunirán dentro de dos semanas en Bruselas para discutir de nuevo el plan y los próximos presupuestos comunitarios, en unas negociaciones que Dahlgren prevé serán «muy difíciles».
«Está claro que si uno está del lado de los que van a recibir ayudas es mejor que te den el dinero en la mano y no un préstamo, pero el fondo será más efectivo si se sabe que hay devolver el dinero», afirmó el ministro sueco.
Dahlgren defendió que los presupuestos de la UE ya son «solidarios» y que Suecia es uno de los países que más contribuye.
El ministro sueco para la UE mantuvo el jueves una reunión por videoconferencia con su homóloga francesa, Amélie de Montchalin, pero negó haber recibidos «presiones» de Francia para aceptar el plan.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, vaticinó ayer en una entrevista con una canal de televisión que habrá «una gran batalla» en la negociación y avanzó que en los próximos días se reunirá con los jefes de Gobierno de Suecia, Portugal y Holanda para explicar la posición del Ejecutivo español.
España sostiene que necesita más recursos que otros porque fue uno de los más afectados por la pandemia y recordó que aportaría a ese mecanismo un 9 % del total, por encima del 6 % con que contribuiría Holanda, uno de los países más críticos con el programa.
